"La comunidad educativa de la Pola debe estar muy contenta por tener dos centros como estos". Son palabras del director general Ordenación Académica e Innovación Educativa, Francisco Laviada, en relación a los institutos Escultor Juan de Villanueva y Río Nora, con motivo de la celebración de los cincuenta años de historia de este último.

"En la Pola hay dos centros muy buenos", insistió Laviada, quien añadió que "institutos como el Río Nora tienen un sólido trabajo detrás, a veces, anónimo". Una muestra de ello es que participa en muchos proyectos, por ejemplo, el lingüístico, con países como Canadá y Francia. También forma parte de la inmensa mayoría de los programas de innovación de la Consejería, destaca. Esta implicación de profesores, alumnos y familias "se nota en la formación y en la calidad del centro", aseguró. Además, puso de relieve la "amplia oferta formativa", que le convierte en "un gran instituto, con 50 años, que no es poco".

Durante su discurso, con motivo de la inauguración de los actos conmemorativos de la efeméride, apuntó que, cuando el instituto Río Nora estrenó sus aulas, "había pocos en Asturias" y entre 1967 y 1968 "se construyeron la mayoría de ellos". Explicó a los chavales que lleva consigo dos móviles, pero entonces "nadie sabía lo que eran, y si os lo quitan hoy a alguno le da un vahído". Pero, a pesar de las diferencias tecnológicas en este medio siglo, "sí había chicos y chicas como vosotros, que tenían las mismas ganas y el mismo entusiasmo por estudiar, ser felices y ganarse la vida", les comentó. "Los años que estáis pasando aquí van a ser los mejores de vuestra vida, aunque no lo veáis así. Disfrutad de lo que os resta aquí, porque son días que no vais a olvidar", les aconsejó Francisco Laviada.

La misma recomendación de disfrutar y ser felices les lanzó el alcalde de Siero, Ángel García, quien les orientó, asimismo, a tratar de ser lo que quieran porque "el estudio, aunque cuesta, va a tener su recompensa".

El director del IES Río Nora, Daniel Gancedo, echó la vista atrás para recordar que cuando el centro abrió sus puertas por primera vez, el mundo estaba dividido en dos grandes bloques antagónicos, había más guerras y España vivía bajo una dictadura. También les recordó que en 1968 los pocos teléfonos que había eran fijos y que no existían ni el correo electrónico ni los móviles. Tampoco conocía la biotecnología, de la que Severo Ochoa había empezado a sentar las bases. El director destacó que "el papel del IES Río Nora no ha sido pasivo en todos esos logros. Ha sido partícipe y facilitador de todos ellos, generando el músculo humano que los ha hecho al fin posibles". Gancedo tuvo un recuerdo de gratitud para los equipos directivos, profesores, personal no docente, alumnos y familias a lo largo de estos 50 años.

A los actos de inauguración de este medio siglo de historia también asistieron los directores del resto de centros de la Pola y la comunidad educativa.