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Quejas de padres por las limitaciones para ir al baño en el Instituto Astures

La dirección defiende la normativa y denuncia "calumnias" ante la Policía

El Instituto Astures de Lugones. LNE

La restricción de usos de los aseos y la obligación de los estudiantes de limpiar las aulas han generado polémica en el Instituto Astures de Lugones, donde hay padres que han mostrado su malestar por unas normas que la dirección del centro defiende, al igual que otros estudiantes y familias. El director, Mario Prendes, explicó ayer que los chavales tienen a su disposición los aseos de la planta baja durante el recreo y durante las clases deben pedir permiso al profesor. En cuanto a la limpieza de las clases, también quita hierro, pues argumenta que se trata de un concurso para premiar al curso que la tenga más limpia. El premio es ir al cine.

Quienes garabatean las mesas, reciben como medida correctora retirar lo escrito. Aunque el director reconoce que el personal de limpieza es escaso en el centro, asegura que esta circunstancia nada tiene que ver con este asunto, algo que cuestionan algunas familias.

El revuelo generado, principalmente en las redes sociales, les parece "insultante y vejatorio", así que ayer presentó una denuncia en la Policía Local por estas presuntas calumnias y también informarán a la inspección porque no están dispuestos a que se "manche la imagen del centro".

El problema es que algunas familias opinan que la delimitación de uso del baño es excesiva, al igual que la imposición de limpiar las clases. En la Asociación de Madres y Padres también minimizan el asunto y creen que no supone un problema de convivencia para los chavales. Aun así, la semana que viene mantendrán una reunión con inspección educativa para ver si la normativa del centro en este sentido es correcta.

Algunos padres se quejan de que durante los recreos son pocos los aseos abiertos y que no se les permite salir de clase para utilizarlos. La AMPA admite que a principios de curso recibió quejas en este sentido, pero con el paso de los meses se ha ido relajando la situación.

Han sido informados por la dirección sobre estas normas, pero será un inspector quien determine que todo es correcto. "Seguimos los pasos recomendados por la dirección del centro", explica Raúl Díaz, quien descarta que haya un conflicto.

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