"Se agradecería mucho que cierta señora que grita desesperadamente casi todas las noches a altas horas de la madrugada que bajara un poquito el volumen de esos gritos". Así comienza una carta que se ha podido ver colgada en una comunidad de vecinos de Pola de Siero.

La autora de esta misiva se hace llamar "una vecina con ojeras" y lamenta que "es una comunidad de vecinos de gente que trabaja" y advierte a la aludida de que "esto no es un descampado". "Está muy bien quererse mucho, pero, a partir de una hora, quiéranse un poquito sin pegar gritos", añade. También señala que "los niños se despiertan asustados preguntándose qué son esos gritos".