El mal tiempo no pudo con la fiesta del pulpo en Candás. El área recreativa de la Fuente de los Ángeles volvió a ser el punto de encuentro durante el fin de semana, con una gran afluencia de público los tres días que duró el certamen.

Desde el viernes, vecinos y visitantes acudieron a la carpa instalada para la ocasión, con unas 300 plazas para disfrutar del manjar que ofrecía el pulpeiro Jacinto Grandio, llegado desde la vecina provincia de Lugo para la ocasión.

El certamen volvió a estar organizado por la asociación de vecinos de La Matiella, que el sábado aprovechó también para celebrar el día del socio con la entrega de bollo preñao y vino y juegos para pequeños y mayores. Las actividades contaron con el permiso del tiempo, que el sábado dio una tregua.

"Estuvimos hasta cerca de las dos de la mañana", comenta Jacinto, el pulpeiro, que vivió una buena sesión de trabajo las dos noches del evento. "Y sin que hubiese ninguna actuación, sólo pulpo, lacón y otros manjares".

El lleno siguió al mediodía de ayer, algo habitual en este festival. "Más o menos, como el año pasado", comenta Jacinto Grandio en medio de la vorágine de la hora de la comida. La carpa está casi llena a las dos y media y siguen llegando comensales. "Si el tiempo ayuda, la tarde va a ser muy buena", vaticina, aunque llueva o no, está asegurado un buen fin de semana.

"Más o menos, estaremos como el año pasado", asegura el pulpeiro. Y eso significa vender "en torno a 2.000 kilos de pulpo, además del lacón, costilla, calamares, chorizo, pimientos de Padrón... Todo lo habitual".

Jacinto lleva ya seis o siete años (no recuerda exactamente) acudiendo a la cita de Candás, donde el éxito está garantizado.

En las mesas, se habla poco y se come bastante más. La noche ha atraído más gente joven y al mediodía del domingo se ven más personas mayores o matrimonios con hijos. Noelia Díaz y Rafael Álvarez vienen con sus pequeños Beltrán y Mateo. Viven en Madrid, aunque ella es de Perán. Son habituales cada año del festival. Rafael es gallego y asegura que "el pulpo está muy bueno". Y lo que no es pulpo, tras haber dejado los platos como debe ser, limpios.

Una joven pareja, Laura y Daniel, se acerca a media tarde a la carpa "por primer año". De calidad, el pulpo "está bien" y de precio "como en cualquier sitio". Se puede repetir. Viviendo en Piedras Blancas, no será difícil.