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Adriana Gil, una joven karateca llamada a engrosar la lista de olímpicos de Candás

Estudiante de Secundaria de 17 años, piensa en Tokio 2020, "el sueño de todo deportista", acumula medallas y de mayor quiere ser policía nacional

Adriana Gil, con la medalla de plata ganada en Sofía. REP. P. PASCUAL

Candás homenajea estos días a sus olímpicos, una nómina cerrada de diez deportistas que llevaron el nombre de la villa por el mundo gracias a sus éxitos en los Juegos a lo largo de distintas convocatorias. "Es el pueblo de Europa con más olímpicos y medallas", sentenció el malogrado periodista Emilio López Tamargo.

Y es posible que pronto crezca tan gloriosa nómina y haya que sumar una nueva imagen a los carteles recién estrenados donde los olímpicos dan la bienvenida a la villa. La joven Adriana Gil avanza con paso firme hacia Tokio 2020, una cita en la que el kárate, su disciplina, formará parte por primera vez del programa. "Es el sueño de todo deportista y ojalá algún día pueda cumplirlo, pero es algo muy complicado y hay gente muy buena en este deporte. Yo seguiré trabajando y aprendiendo cada día más porque todavía es muy pronto y me queda mucho camino", asegura esta deportista nacida en Candás hace 17 años.

Campeona de Asturias y de España, Adriana Gil logró la plata en la Youth League celebrada hace dos semanas en Sofía (Bulgaria) y la pasada semana consiguió el oro en el internacional de Monçao, en Portugal.

Además, representó a España en el Europeo de Sochi (Rusia), llegando a la final: "Fue una gran satisfacción ir pasando ronda a ronda, ya que mi objetivo era disputar todos los combates posibles para obtener puntos para el ranking. Pero tengo que decir que en la final no supe gestionar la presión y los nervios adecuadamente. Soy consciente de que pequé de inexperiencia, cometí errores que ahora, analizando el combate, me doy cuenta de ellos".

Sus inicios fueron, como los de muchos, de bien pequeña y por curiosas. "Empecé en kárate a los cinco años con un grupo de amigas en un gimnasio de Candás", explica. El gusto por este deporte no tiene muchas razones más que "en casa siempre quería jugar a peleas y mi madre decidió apuntarme a este deporte". Ahora, forma parte del Gimnasio Arenas, de Oviedo, donde "mi entrenador, Ángel Arenas, me ayuda en todo lo posible para poder lograr mi sueño de karateka".

Fuera del tatami, Adriana es una alumna más del IES de Candás, donde lo mejor es "el recreo. No por no tener clase, sino porque es el momento del día que paso con mis amigas, y son risas aseguradas, algo que es necesario". Cuando llega la hora del estudio, sentencia: "Soy muy trabajadora y muy constante". Trata de organizar el tiempo "de una forma que pueda compaginar el entrenamiento con los estudios, aunque muchas veces no lo pueda conseguir". Lo peor, que para conseguir ambas cosas, "debo renunciar a muchas cosas de mi tiempo libre". Para conseguirlo, cuenta con la ayuda de sus compañeras: "Son ellas las encargadas de ponerme al día y ayudarme en las materias que he faltado".

Gil no pierde la vista en el horizonte Tokio 2020, pero sabe que ha de buscar un oficio al margen del deporte. Tiene otro sueño desde pequeña: "Convertirme en policía nacional".

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