La esperada llegada de un director para el Museo de la Sidra de Nava se ha desvanecido. El patronato de la Fundación de la Sidra -gestora del equipamiento- descartó esta opción en su reunión de ayer en su sede naveta, tras conocer un informe jurídico que ponía muchos peros a la contratación de esta figura.

El presidente del patronato, el alcalde naveto Juan Cañal, explicó que aunque la fundación es una entidad privada "la mayor parte de los patrones son del sector público y, por tanto, se entiende que están sujetos en materia de contratación a lo que marcan los Presupuestos Generales del Estado y, en consecuencia, a la contención del gasto en materia de personal". Conforme a estas limitaciones es difícil, entonces, poder incrementar la plantilla del museo.

Entonces, según el regidor naveto, "se optó por lo más prudente, que es, como no puede ser de otra manera, cumplir la legislación en cuanto a presupuestos generales".

En su lugar, la alternativa que se ha planteado, y que se pondrá en marcha ya en el día de hoy, es contratar un servicio de asistencia técnica".

Para ello, se redactarán unos pliegos con las principales necesidades que tiene el museo, en los que se habrá de definir las mejoras que se quieren hacer en el equipamiento y, a partir de ahí, en función del presupuesto de que se disponga se encargará el servicio. La propia redacción de los pliegos se va a contratar a una asesoría, que estará en contacto con el patronato para definir las necesidades del museo.

El alcalde de Nava dijo que hay "muchas trabas e impedimentos, y entonces te tienes que adaptar; la figura del director se descarta".

Lo cierto es que la Fundación tenía muchas esperanzas puestas en esta figura. Esperaban que fuera una persona con un perfil técnico solvente, encaminado a la promoción y la gestión cultural, para darle un impulso definitivo a un museo que ha pasado por momentos bajos y que, aunque ahora se está comenzando a recuperar, todavía tiene mucho camino por recorrer para posicionarse de forma adecuada en el panorama asturiano. Entre otras cuestiones, se hubiera encargado de promover actividades para darle más vitalidad al museo.

La parte buena de esta otra opción, la de la asistencia técnica, según el alcalde, es que "se puede hacer rápido. Habíamos presupuestado 10.000 euros para el director para este año, lo cual no llega ni a un contrato menor, y no será difícil ponerlo en marcha".

Esa cantidad demuestra también, para Cañal, que los promotores de la llegada del director no estaban pensando "en sueldos estratosféricos", sino en "cubrir las necesidades que había".

Cañal había anunciado, asimismo, su intención de aumentar significativamente el número de visitas. La cantidad del año pasado fue buena, 17.000 visitas, pero la aspiración está en llegar a las 30.000 anuales, y se pondrán todos los medios necesarios para conseguirlo.

Por otra parte, el patronato aprobó las cuentas del ejercicio de 2017, que están muy saneadas. Según el regidor, hubo un superávit de en torno a 70.000 euros, que se ha utilizado para la amortización de los créditos pendientes, algo que merece la pena destacar.