Las parroquias rurales de Siero tienen un problema común: la invasión de la maleza y el mal estado de muchos de los caminos. No hay zona en la que deje de haber quejas al respecto. La gran extensión del municipio y las lluvias, que han hecho crecer de forma desorbitada la vegetación -aparte del poder de desgaste del agua- han provocado muchos inconvenientes. Y así las cosas, muchos alcaldes de barrio se sienten desamparados.

Así lo expresaba el de Santiago de Arenas, Cándido Martínez. "Esto es un abandono total, en carreteras y en caminos. Ya metimos escritos varias veces por registro pero no nos hacen caso, está todo muy descuidado, invadido por la maleza", señala. Buenos ejemplos de ello son La Coroña o Mosquitera, con caminos muy deteriorados.

También Efrén Suárez, alcalde de barrio de Valdesoto, aseguro que en su parroquia hay "mucha maleza y unos baches enormes", e insiste en que ha solicitado la intervención municipal varias veces "y no hay manera", y eso que la maleza lo invade todo, "y hay baches que ocupan la carretera entera a lo ancho; todos los barrios tienen uno o dos caminos que son intransitables".

En Trespando hay también zonas "que llega la maleza hasta el medio de la carretera", según la alcaldesa de barrio, Ángeles Vázquez. En su caso, es la carretera de titularidad regional AS-249, donde también hay árboles sin podar. "Pedimos varias veces que vinieran a limpiarlo pero no hubo respuesta", sostuvo.

El mantenimiento y limpieza de cunetas es también una de las principales preocupaciones en la parroquia de Granda, donde su alcaldesa de Barrio, Inmaculada Fanjul, asegura escuchar numerosas quejas por los problemas de seguridad vial que genera la maleza. "En algunos cruces no se ve nada, y eso es un riesgo", argumenta la sierense, que hace extensible esta petición a los cauces de los ríos.

Además, la del oeste del concejo también pide que se limpien los contenedores con mayor regularidad y que se informe debidamente a los ciudadanos de las fechas de recogida de enseres: "A veces tenemos muebles tirados durante semanas".

En Bobes la preocupación es similar. Dejando de lado el futuro y situación del polígono -"un problema del que vale más no hablar porque no parece que tenga solución"-, su alcalde parroquial, Francisco Javier Villanueva cree que las necesidades de su parroquia son las mismas que las del resto: "Antes hacíamos sextaferias para limpiar nosotros las carreteras, pero ahora ya ni eso, porque siempre íbamos los mismos", lamenta.