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"Estamos contentos en La Morgal", afirman los golfistas de La Fresneda, que añoran su campo

"Era el único de Asturias en el que se podía jugar lloviese lo que lloviese", dicen los usuarios del campo que cerró hace un año

María López, Rafael Lucas e Inés Reguero, pendientes del golpe de Álvaro Lucas. MARIOLA MENÉNDEZ

"Siempre lo vamos a echar de menos". Cuando se va a cumplir un año de las últimas partidas en el campo de La Fresneda, sus antiguos abonados echan la vista atrás para recordar las coquetas instalaciones en las que la gran familia golfística se sentía como su propia casa. Ahora, "instalados" en La Morgal y tras fundar un club sin campo, los sierenses siguen disfrutando del "green" y de la buena compañía al otro lado del río Noreña. "Nos seguimos juntando con mucha frecuencia", aseguran los deportistas, que ayer disputaron un torneo propio con posterior comida en los terrenos llanerenses y la semana que viene harán lo propio en Los Balagares (Corvera).

Aunque quemaron todas las naves para intentar evitar el cierre del campo y llegó a parecer que el golf se acababa para la "familia" de La Fresneda, un año después todo ha vuelto a la normalidad. Ha cambiado el escenario, pero no la esencia. "Estamos muy contentos", destaca Rufino Ordóñez, presidente del club sin campo fundado "por los 40 o 50 jugadores habituales de La Fresneda".

Fundado en febrero, la actividad de esta entidad "apátrida", singularidad que comparte "con otros 4 o 5 clubes" en la región, es frenética. Actualmente están inmersos en un torneo interno para establecer su propia orden de mérito -el premio al que más trofeos gana en una temporada en el golf- y, además, trabajan en cerrar un viaje de una semana a Portugal para disfrutar de los hoyos lusos en septiembre. "La idea es hacer todos los años una escapada corta a algún lugar cerca para disfrutar de este deporte y una más larga a un destino un poco más lejano", explica Ordóñez.

Por si esto fuera poco, también trabajan para intentar crear un campeonato interclubes en el que medirse a otros equipos que no cuentan con campo, iniciativa que se sumará a la ya puesta en marcha al poco de llegar a La Morgal, la liga femenina; competición que, como no puede ser de otra manera, lideran las de La Fresneda.

"La gente responde y hay mucha armonía, como en La Fresneda", resume Ordóñez sobre el impulso que les lleva a trabajar para la entidad, en el que también está fusionada la academia Álex García, antes en Siero, y el también club sin campo Ventura.

En cuanto a la calidad de las instalaciones, los nuevos "inquilinos" no tienen queja, aunque reconocen que hay mucho margen de mejora. "Será cuestión de tiempo que se vayan poniendo en marcha medidas para aprovechar al máximo las posibilidades del terreno. No hay prisa", destacan. En lo que desde luego nunca podrá competir La Morgal con el desaparecido campo de La Fresneda es en el drenaje: "En invierno es cuando más lo echamos de menos. Era el único de Asturias en el que se podía jugar lloviese lo que lloviese".

Unos veinticinco golfistas del club se reunieron, ayer, en el campo de La Morgal para disputar un campeonato. Además de disfrutar de su deporte favorito, también lo hicieron del bueno tiempo, pues el sol dio una tregua en un campo en el que se notaba el exceso de lluvia caída semanas atrás. La jornada dominical finalizó con una comida de hermandad.

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