"Todo son trabas y más trabas", se queja la polesa Ana Paula Grasso de Servicios Sociales de Siero, departamento al que acompaña al sin techo José Alfredo García Huergo, para que solicite una vivienda social.

Ambos lamentan "la falta de respeto en la manera de ser atendidos", cuestión que la concejala de Bienestar Social, Natividad Álvarez, no valora. No entienden que el hombre no cumpla las necesidades básicas para acceder a una vivienda por no llevar 2 años empadronado y tampoco encaja, les dicen, en una situación de emergencia. La solución que le dan, dice, es que busque un alquiler económico y que le ayudarán con bonos de comida. Los demandantes aseguran que no puede afrontarlo.