Mieres del Camino,

José A. ORDÓÑEZ

El proyecto para la creación de una estación invernal en el puerto de San Glorio, paralizado por una sentencia judicial que pone en tela de juicio su viabilidad económica a causa del cambio climático, plantea unas cotas esquiables situadas entre los 1.520 y los 2.420 metros de altitud, muy superiores a las máximas que presentan Valgrande-Pajares, Fuentes de Invierno, San Isidro o Leitariegos. Es más, la mayor parte de las pistas del complejo se situarían por encima de los 2.000 metros, el límite que ponen los científicos para que el calentamiento global no arruine la práctica del esquí.

San Glorio iba a convertirse en la primera estación invernal privada de cierta entidad de la Cordillera, con lo que las administraciones públicas no tendrían que soportar el enorme gasto del imponente sistema de innivación artificial previsto, a base de 352 cañones, lo que garantizaría la actividad en buena parte del complejo -pese al anunciado descenso de las precipitaciones y al aumento de las temperaturas medias-, cuyo diseño, que se adaptaría como ninguno en el Noroeste a las recomendaciones de los especialistas en cambio climático, también recoge un importante paquete de ocio alternativo al esquí, así como un proyecto general de desarrollo del sector servicios para toda la comarca de Riaño. Sólo en la estación, está prevista la creación de unos a 350 empleos en temporada.

El plan de Tres Provincias para San Glorio, muy cuestionado por el movimiento ecologista, pretende la construcción de una macroestación de esquí de 1.500 hectáreas, 50 kilómetros esquiables y 48 pistas, sin contar los jardines de nieve de debutantes, así como dos itinerarios fuera de pistas, un circuito de fondo de 5 kilómetros, tres zonas de «free style» y un estadio de competición de 2,2 kilómetros y 620 metros de desnivel continuo. Además, estaban previstos 27 remontes mecánicos, con capacidad para mover a 27.900 personas a la hora.

El plan de San Glorio cuenta con un respaldo mayoritario tanto en los municipios de la comarca de Riaño, cuyos alcaldes han defendido con ardor la iniciativa, como en la Junta de Castilla y León o en la Diputación de León. Sin embargo, una sentencia judicial derivada de un recurso planteado por un colectivo ecologista de Cantabria ha conllevado la paralización del proyecto. La magistrada que vio el caso considera que el complejo ocasiona un impacto medioambiental muy fuerte y que, además, su viabilidad económica está en entredicho a causa del cambio climático, por mucho que, en principio, estaría más preparada para hacerle frente de lo que lo están Pajares, Fuentes de Invierno, San Isidro, Leitariegos o Alto Campoo.

La comarca de Riaño, una vez conocida la decisión judicial, apuesta por iniciar la construcción de la estación por la vertiente leonesa, donde no hay inconvenientes medioambientales para llevar a cabo el proyecto.