Mieres del Camino,

D. M.

La Mesa de Ganaderos Afectados por el Llobu (Megadall) lleva ya varios años denunciando los ataques de estos depredadores, concentrando, además, buena parte de sus quejas en las Cuencas. Uno de los últimos casos denunciados terminó con tres ovejas muertas en la localidad de El Praiquín, en el concejo de Morcín, a tan sólo 500 metros de la línea divisoria con el de Mieres, en la zona donde ayer se realizó la batida de caza.

Los portavoces de la mesa ganadera se mostraron indignados por la cuantía que recibirá el afectado por las dos ovejas muertas, que ascendió a 150 euros. «Es lamentable que se concedan estas indemnizaciones tan irrisorias, puesto que los 75 euros por cabeza no cubren, ni de lejos, la pérdida del ganadero», explicaron. Además, desde la mesa se aseguró que «en la cuenca del Caudal hay ataques de lobos casi todos los días, aunque hay algunos ganaderos que no denuncian».

Desde Megadall insisten en que «la única solución a la mala gestión que se está llevando a cabo es la dimisión de toda la cúpula de la Consejería de Medio Ambiente y Medio Rural, con la consejera Belén Fernández a la cabeza». «La cuantía de las indemnizaciones es insuficiente, el plazo para cobrarlas es larguísimo y a los ganaderos se nos está tomando el pelo», aseguraron los responsables. Algunos ganaderos han llegado a tomarse la justicia por su mano, apareciendo lobos muertos en zonas como Espinedo, en Lena.