Barredos (Laviana),

Lucía CORTINA

La creación de robots humanoides es un ámbito aún sin explorar en España. En Japón, sin embargo, ya desempeñan actividades propias de seres humanos, e incluso han sustituido a varios recepcionistas de hoteles y empresas, y también a algún que otro presentador de televisión. El centro de Soft Computing de Mieres trabaja en varios proyectos de investigación en el ámbito de la robótica. Sin embargo, su estudio se centra, fundamentalmente, en vehículos de interior, manejados por ordenador y utilizados para el desempeño de labores industriales.

Su director, Luis Magdalena, habló a los alumnos de cuarto de ESO del IES Alto Nalón, en Barredos, acerca de estos artilugios y sus diversas formas y aplicaciones. Aunque países como Estados Unidos están a la cabeza de proyectos con robots, declara que «España no está retrasada a este respecto, ya que hay una amplia investigación». La finalidad fundamental del trabajo que desarrollan en Mieres es, según explica, «ver la interacción entre el humano y el robot, lo que resulta más fácil si se hace desde planteamientos más sencillos».

Luis Magdalena ilustró su ponencia con la proyección de varios vídeos sobre los distintos tipos de robots y cómo han ido evolucionando desde la década de los ochenta del siglo pasado hasta la actualidad. Dentro del tipo de los cuadrúpedos o «insectos», el director del centro de Soft Computing incidió en los utilizados en las minas para lograr acceder a espacios a los que el hombre no puede llegar y para trazar mapas tridimensionales de las cavidades por las que avanzan. Magdalena explicó que «este tipo de máquinas comenzaron a utilizarse tras el accidente de Chernobil, en 1986, para entrar a la central nuclear». Sin embargo, aclaró que «aún no se usan en las minas españolas».

Los que más llamaron la atención de los alumnos fueron los robots que reproducen conductas y la apariencia humana o animal. Luis Magdalena también dedicó buena parte de su charla a hablar de los vehículos que circulan con precisión controlados desde un ordenador. En España hay proyectos de este tipo, como el llamado «Autopía»; y en Sevilla, concretamente, se usan carros de golf con estas características. Las investigaciones continúan avanzando en todo el mundo y el siguiente paso será, según explicó, «llegar a controlarlos mentalmente a través de un casco de electrodos».