Los proyectos energéticos multiplicarán por tres la potencia eléctrica instalada en las Cuencas

Pablo CASTAÑO

Los proyectos que manejan las empresas energéticas para crear nuevas centrales de producción eléctrica en las Cuencas multiplicarán por tres la potencia instalada en los valles del Nalón y el Caudal. En estos momentos las compañías eléctricas tramitan la construcción de dos centrales de ciclo combinado en Langreo y Mieres y dos minicentrales hidroeléctricas en Sobrescobio y Aller, y también preparan proyectos de parques eólicos en Riosa, Morcín, Lena, Aller y Laviana. Los planes de las eléctricas consolidarán a las comarcas mineras como potencia energética al margen del carbón.

En estos momentos las Cuencas tienen un parque de generación eléctrica formado principalmente por diez centrales con una potencia instalada de 688 MW. La principal instalación es la central térmica de Iberdrola en Lada, en Langreo, que consta de dos grupos termoeléctricos de carbón: Lada III, con 147 MW de potencia y que deberá cerrar antes de 2015 al no superar los requisitos medioambientales, y Lada IV, con 347 MW. Por potencia también destaca la central hidráulica de HC Energía en el sistema de pantanos de Tanes y Rioseco, con 123 MW, y la central térmica de Hunosa de La Pereda, en Mieres, con 50 MW. El resto de instalaciones son minicentrales hidráulicas situadas en los cursos altos y afluentes de los principales ríos de las Cuencas. Son las minicentrales de La Coruxera (1 MW), en Laviana; Murias (6,6 MW), La Paraya (2,6 MW) y San Isidro (3,2 MW), en Aller, y Parana (2,7 MW) y Barbao (5,5 MW), en Lena.

Los planes que manejan ahora las empresas eléctricas multiplicarán por tres los 688 MW de potencia instalada en las Cuencas y los situarán por encima de los 2.070 MW. El principal proyecto lo maneja Iberdrola con la construcción de una central de ciclo combinado en Lada con dos grupos de generación que tendrán una potencia de 1.100 MW y que supondrá una inversión de 460 millones de euros. La central de gas, denominada Lada V, sustituirá al grupo de carbón Lada III. Desde Iberdrola se destaca que la operación contribuirá a disminuir el impacto ambiental en la zona al sustituir la producción de energía mediante carbón por gas natural, lo que mejorará el rendimiento y la emisión de contaminantes.

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