Santa Bárbara, L. CORTINA

El valle de Santa Bárbara, en San Martín del Rey Aurelio, lucha por no desterrar de sus costumbres algunas de las labores tradicionales cultivadas en la zona durante siglos. Un grupo de vecinos han puesto en marcha varias iniciativas para preservar su patrimonio y mostrarlo. Una de ellas es la rehabilitación de sus molinos de agua, lo que ha permitido que se continúe elaborando el pan de escanda. Un encuentro intergeneracional, organizado por la concejalía de Mayores, reunió ayer a cuarenta escolares de quinto y sexto cursos de Primaria del Colegio Público El Coto, de El Entrego, y a los miembros de varios centros sociales del concejo. Juntos recorrieron los principales enclaves del valle, donde se familiarizaron con la actividad de la molienda y con la flora y fauna de esta zona, que forman parte del paisaje protegido de las Cuencas.

El cicerone fue Arsenio González, de la agrupación social «Prau Molín», y uno de los promotores de la recuperación de los elementos patrimoniales de Santa Bárbara. La ruta comenzó en el pueblo de El Rezaleru, donde recientemente han construido y colocado bajo un hórreo un «rabil» de escanda, o molino manual, utilizado para separar el grano de trigo de su espiga, a imitación de uno existente en el lugar. Ramón Camblor, vecino de la localidad de Veró, es uno de los impulsores del plan de restauración de estas piezas tradicionales. Para hacerlo, ha contado con la colaboración de Manolín Llaneza, de Perabeles y conocido en la zona como Manolín «el carpinteru», y del propio Arsenio González, encargado de explicar a los alumnos el funcionamiento del «rabil», en el que «la espiga llega por un conducto a un agujero de piedra, donde dos piezas, el pisón de arriba y la muela de abajo, comienzan a rodar al darle a la manivela y el grano de trigo sale limpio, mientras que la «poxa» o el material sobrante queda almacenado aparte», indicó. Desde El Rezaleru, el grupo se trasladó a La Colladiella, donde todos almorzaron y disfrutaron del paisaje natural. Tras reponer fuerzas, fueron a Perabeles, donde conocieron el mecanismo del molino de agua rehabilitado, en el que se obtiene harina de escanda.