Mieres / Langreo, J. E. M.

El Ministerio de Industria aún no ha comenzado a pagar a las empresas mineras las ayudas a la producción correspondientes al año en curso. Esta situación ha llevado de nuevo la preocupación al sector carbonero español, que el año pasado vivió una situación de conflictividad generada inicialmente por un problema semejante. Varios empresarios del sector mostraron ayer a este diario su preocupación por la posibilidad de que las ayudas sigan demorándose.

Industria había prometido a la patronal empezar a pagar a las empresas los aproximadamente 320 millones de euros de las subvenciones de 2008 en el primer trimestre del año. Tras incumplirse esta fecha, Industria mantuvo un encuentro con los representantes de la patronal a principios de abril en el que dejó traslucir, tal como publicó este diario, su intención de empezar a pagar ese mismo mes las ayudas a la producción registrada desde el pasado 1 de enero. Ahora, en mayo, ni una sola empresa del sector privado ha empezado a cobrar. El Ministerio prometió a la patronal acelerar el pago. Este compromiso se logró después de que el retraso en el cobro de las subvenciones desembocara el pasado año en la suspensión del proceso de prejubilación de dos centenares de mineros leoneses y en la retención de salarios en varias explotaciones de la provincia vecina. La situación conllevó una serie de reuniones entre Industria y las empresas que, finalmente, permitieron un acuerdo que desbloqueó la situación. En este pacto se incluía el aludido compromiso para acelerar la convocatoria de ayudas a la producción de carbón autóctono en 2008. La patronal pidió entonces que se comenzara a pagar las ayudas en el primer trimestre. Ahora, ya a mediados de mayo, aún no ha comenzado a hacerse efectivo pago alguno y las empresas se ven abocadas a seguir recurriendo a créditos y ahondando en la vía del endeudamiento.

El principal temor entre los empresarios y los trabajadores es que se repita la situación del año 2007, cuando las demoras alcanzaron entonces hasta diez meses, algo que, según la patronal, colocó a las compañías al borde de la asfixia económica. El impago de las ayudas fuerza a las compañías a acudir a préstamos bancarios para pagar los salarios. Al demorarse el pago desde el Ministerio y no contar con acuerdo que sirviera de aval, las condiciones crediticias, ya de por sí agravadas por la subida de tipos, se endurecieron, lo que puso contra las cuerdas a algunas firmas. Empresarios como Victorino Alonso, presidente de la patronal y propietario de la mayor compañía del sector privado en España, decidieron retener el pago de salarios. La medida fue duramente criticada por los sindicatos, que acusaron a Alonso de utilizar a los trabajadores para presionar a Madrid.

Este año el Ministerio de Industria abrió la convocatoria a finales del pasado mes de enero, ya con algunas críticas por los retrasos desde la patronal. El proceso arrancaba con un par de meses de antelación sobre el pasado ejercicio. El Ministerio había publicado la orden reguladora a finales de diciembre especificando que se trata de subvenciones destinadas a «cubrir, total o parcialmente, las pérdidas de la producción corriente de carbón autóctono destinado a la generación de energía». Las empresas esperan que en breve se agilice el proceso.