-No todo vale para generar empleo. Tener un polígono industrial al lado de casa no le gusta a nadie, por mucho que se empeñen en ocupar las mejores zonas de las Cuencas con polígonos que no dan trabajo a tanta gente como se supone. Además, hay empresas y empresas: ¿Qué supone para Langreo tener en su entrada, que es la del valle, una central térmica? Pues que toda la gente que nos visite piense que esto es Ucrania, Bielorrusia o Armenia. Da una impresión de revolución industrial, de que el tiempo del bienestar social no ha llegado aquí. La existencia de industrias muy contaminantes en el entorno urbano (la térmica y los ciclos combinados que se quieren hacer, Química del Nalón, Bayer o Alas Aluminium) sólo favorece que se continue deteriorando y territorio que la minería ya dejó muy mal (Hunosa, ¿cuando rehabilitarás todos los destrozos cometidos y dejarás de comerciar con el suelo que se te cedió gratis?). Si las políticas de creación de empleo siguen por este camino, las Cuencas ni son ni serán un lugar atractivo para vivir.

Francisco (Langreo)

El tema planteado esta semana, la difícil relación entre las zonas industriales y las residenciales, no ofrece unos resultados muy claros. En algunos casos son incluso contradictorios, ya que se considera importante dar prioridad a mejorar las zonas industriales y también a las residenciales. Unos resultados que pueden interpretarse como que los vecinos de las Cuencas piden la revitalización de las comarcas mineras tando desde el punto de vista empresarial como desde el punto de vista de hacer de ellas un lugar más adecuado para vivir. En respuesta a la primera pregunta encuestada, la mayoría de los internautas (el 55 por ciento) sí considera que las Cuencas pueden ser un lugar atractivo para vivir. Una mayoría que se enfrenta a una amplia minoría del 45 por ciento, que cree que las comarcas carboneras no son un buen lugar para residir. En un segundo punto se pregunta si es necesario priorizar la creación de industria en la zona. Una mayoría muy similar a la anterior, el 56 por ciento, votó que sí, mientras que el 44 por ciento de los internautas no lo consideran necesario. A la tercera cuestión, dos de cada tres encuestados prefiere que las Cuencas sean un lugar con calidad residencial. El 34 por ciento considera que es más impotante la industria.

Mieres / Langreo

Manuel Antonio (La Felguera)

-Es cierto que todos consumimos energía y no nos gusta andar vestidos con un taparrabos, entre otras cosas porque, aunque pudiese resultar saludable, no esta bien visto socialmente. Pero lo que no se pueden confundir son churras con merinas, los excendentes energéticos que se quieren producir en Asturias no nos benefician desde el punto de vista medioambiental y este es uno de los valores económicos que tenemos que preservar para los próximos años, y los que es más el medioambiente y la salud de los asturianos no tienen precio, por mucho que perjudiquen los intereses económicos de las grandes compañías eléctricas, que no los del conjunto de la población de nuestra comunidad. Los ciclos combinados de Lada tienen más que ver con la especulación económica de un sector que con el desarrollo sostenible que todos deseamos para nuestra provincia y municipios. No estamos para simplezas y reclamamos soluciones que nos permitan vivir en el territorio al que queremos y al que históricamente se le ha hecho mucho daños y al que, a tenor de lo que se está viendo se le piensa seguir haciendo.

Retornáu (Langreo)

-Las cuencas serán un lugar atractivo para vivir si se aplican políticas de desarrollo sostenible, pero reales, no de «boquilla». Me refiero a «separar» industria de zona residencial de una forma adecuada, delimitando cada área y no mezclando ambas como si de un potaje se tratase. Y sí, bien digo «industria» bien ordenada cerca de núcleos residenciales, ya que otro tema son los centros de producción de energía. La actualidad más bien nos haría ser pesimistas ante la aplicación de las necesarias políticas de sostenibilidad, que no pasan sino por apostar por el desarrollo económico de una zona sin degradar el entorno, principios básicos de toda Agenda 21 Local, que por experiencia profesional conozco. La instalación de un ciclo combinado en las afueras de Mieres ya ha tenido su contestación vecinal, pero más grave es aún el caso de los dos ciclos combinados que se pretenden instalar «en pleno centro» de la ciudad de Llangréu. Los que creíamos que la térmica tendría sus días contados, primero por la carestía del consumo de carbon autóctono y segundo por las «lógicas» exigencias medioambientales que «necesariamente» se imponen desde Bruselas, nos hemos visto superados por tales noticias. Con esto, la ciudad de Llangréu, que en la actualidad empezaba a recobrar atractivo para vivir quedará lastrada de por vida. Los jóvenes, no toleraremos vivir al lado de tales «centrales», ni muchos menos teniendo a otros «ilustres vecinos» como Bayer y Química del Nalón. Se deberían de fijar ya el máximo de años de generación de negocio de tales instalaciones, para poner fecha de cierre a estas tres grandes empresas contaminantes, que entre ellas, apenas generan «nuevos puestos de trabajo». Lo dicho, esto no es el necesario desarrollo sostenible que necesita todo territorio en el siglo XXI. ¡A mí no me engañanan!

Jacobo (Llunarín@hotmail.com)

-La falta de imaginación de los políticos es total, nada más tenemos que ver que cualquier alcalde que se precie lo primero que pretende hacer es un museo y un polígono. Como es evidente, el museo acaba siendo una mierdecilla, y el poligono industrial un depósito de empresas, y muchas podían convivir perfectamente con la población, pero que se trasladan a ellos porque así pueden especular con los espacios urbanos que ocupaban. Han tenido tiempo para pensar y repensar, para diagnosticar y para dar soluciones, pero no... dinero y más dinero por la taza del water y ahora para más «inri» dos ciclos combinados endulzados con mentiras y medias verdades, que son lo mismo ¿Qué está pasando? ¿Especulación urbanistica o cambio de cromos? ¿Por qué se está jugando tanto con la gente y con lo que es de ella? ¿Quién se beneficia de todo esto? Desde luego que no los ciudadanos de a pie. Las Cuencas y en especial, la del Nalón, no son un sitio atractivo para vivir, hay mierda por todas partes. La zona rural, al menos en Langreo está totalmente deshecha, hasta el punto de que la considero perdida. Por otra parte los proyectos industriales que vienen lo único que harán será que la gente se marche más rápido, ya que quiere vivir en entornos que ofrezcan calidad de vida, sobre todo mediambiental, pero también social y cultural, y esto es un desierto. A pesar de lo que digan los empresarios con unos buenos transportes públicos, principalmente ferroviarios, a la gente no le da más desplazarse al centro de la región, pero para eso hace falta voluntad política y una imagición de la que los políticos carecen. Todos los alcales quieren un museo y un polígono, y eso ya lo dice todo. ¿Cuántas empresas ubicadas en los polígonos podían seguir estándolo en los centros urbanos, y no haberles facilitado la posibilidad de especular? Los jóvenes, dicen que son apáticos, nada se les da y se decide por ellos. Además no se les deja participar, salvo a los que son del gremio.