Lucía CORTINA

Langreo,

Estudiantes de toda Asturias demostraron ayer en La Felguera tener un prometedor espíritu emprendedor. Los integrantes de seis cooperativas escolares se encargaron de elaborar los productos y de diseñar sus expositores, para demostrar que conocen a la perfección un buen número de estrategias comerciales, como maneras de colocar las mercancías y hacerlas llamativas al cliente. La recaudación fue cuantiosa y ahora toca planear en qué invertir el dinero que obtuvieron durante toda una mañana de ventas en las inmediaciones de la plaza de abastos felguerina.

Ésta es una iniciativa de Valnalón, a través del programa educativo «Empresa joven europea». Uno de los centros en los que imparten talleres es La Salle, de La Felguera. El alumno de cuarto curso de Diversificación de ESO Kevin Mendiburu ejerció de portavoz de sus ocho compañeros al explicar cómo organizaron su puesto, al que llamaron Caxigalines. Según explica, «nos asociamos con un centro de A Coruña para intercambiar productos típicos de esta región y la suya». A la una de la tarde prácticamente habían agotado las tartas de Santiago, galletas y grelos cedidos por el centro gallego, así como otros productos elaborados en sus aulas, como jabones, bollos o empanadas. La jornada de ayer les permitió poner en práctica lo aprendido en su colegio, en el que una vez cada trimestre reciben la visita de un formador de Valnalón que les enseña, según indica Kevin, «cómo hablar en público y utilizar estrategias de venta».

En la actividad también participaron alumnos del Colegio Clara Campoamor, con las empresas Arte Joven y Riaño Verde; la Cooperativa Artesana del Colegio Especial Juan Luis Iglesias Prada, de Sama, y el Colegio Rural Agrupado Alto Nalón. Los últimos en recoger fueron los integrantes de la compañía puesta en marcha en el Centro de Adultos La Arboleya, de Meres (Siero). La recaudación alcanzó los 300 euros y quisieron aprovechar hasta el último minuto para dar salida a los trabajos de alfarería y otros objetos decorativos que ellos mismos elaboraron en su colegio. Isabel Arancón, una de sus monitoras, destacó los beneficios de esta actividad, porque «les enseña a trabajar con la moneda y todo lo que la actividad comercial conlleva, además de hacer que se ilusionen al ver que pueden vender lo que fabrican en el colegio». La actividad desarrollada en La Felguera también puede ser una manera de favorecer su integración laboral en un futuro. Isabel Arancón explicó que muchos de los alumnos de este centro especial «estarán capacitados para trabajar en este sector, y con este tipo de actividades se familiarizan con el concepto de empresa».