Mónica R. GOYA

Rioseco,

El hormigón no convence a los empresarios del sector turístico de Sobrescobio. La opinión de los hosteleros consultados por este periódico es mayoritariamente desfavorable a la pavimentación de la Ruta del Alba, la senda más visitada de Redes y uno de los principales reclamos del parque. Sin embargo, la repercusión que la medida tendrá en el sector sí genera discrepancias. Algunos empresarios sostienen que será un duro varapalo para los negocios del concejo porque la senda queda convertida en un paseo, mientras otros consideran que la reforma implicará únicamente un cambio en el perfil del visitante: más personas mayores y familias con niños a cambio de montañeros.

Josefa Cabello preside la Asociación de Alojamientos de Turismo del Valle del Nalón y es propietaria de un establecimiento de apartamentos turísticos en Campiellos: «A mí, personalmente, no me gusta como dejaron la Ruta, pero no creo que la reforma afecte en la afluencia». Cabello precisó que «hay gente que dice que está muy chulo y otros que comentan que no les gusta nada». Y añadió: «No deberían seguir con la reforma del segundo tramo».

Para Ovidio Zapico, dueño del albergue de Soto de Agues, «las obras son malas para el turismo porque la gente no las quiere, no hay más que ver el libro de visitas del albergue para darse cuenta». Este empresario también considera que «hay demasiado hormigón por todo el parque de Redes, y no solo en la Ruta del Alba, y la gente no viene aquí para ver hormigón». Zapico aseguró, además, que «si hacen las obras por la ganadería llegan 60 años tarde porque ahora muy poca gente se dedica a eso. Está claro que desde el punto de vista turístico están matando a la Ruta del Alba y las de alrededor». Por último, Zapico indicó que «es un error hacer la segunda fase cuando saben de sobra la reacción que provocó la primera. Además, hay muchos vecinos que se oponen».

Hugo Prado dirige un hotel en Rioseco. Asegura que a la hostelería las obras no le afectan «ni para bien, ni para mal, ya que en el bar se oyen opiniones para todos los gustos». Prado cree que la Ruta es uno de los puntos más visitados de Asturias «porque es muy fácil de andar, y los que quieren otra cosa buscan alternativas». Prado comparó la situación con «el centro de recuperación de la fauna que quieren hacer, yo creo que va a servir de motor para atraer a la gente, pero hay muchos que se llevan las manos a la cabeza».

Daniel Eduardo Folasco, propietario del restaurante Llaímo, subrayó que «a pesar del hormigón en la Ruta, el turismo va a seguir viniendo igual, aunque sea diferente: antes la Ruta gustaba a los montañeros y ahora parece que puede venir más gente mayor y críos». Folasco cree que el segundo tramo de las reformas sí podría afectar más al turismo. Por su parte, José Vicente Barbón, dueño del hotel rural Fondón, afirma que existe división de opiniones: «Algunos creen que estaría mejor más natural, aunque son los menos».