Mieres del Camino,

Tito ROGAR

Eliseo Gutiérrez Espina entró a formar parte de la directiva del Caudal Deportivo en 1962, con tan sólo 28 años, una edad en la que la mayoría sigue pensando en dar patadas a un balón, más que en asumir responsabilidades dentro de una entidad. Por aquel entonces, el presidente del conjunto blanquinegro era José María Rodríguez Hevia y el joven directivo no sabía aún que su compromiso sería prácticamente de por vida. Son 46 años ininterrumpidos como dirigente que han dejado como huella una labor callada, pero eficaz, a favor del club de toda su vida. En estos momentos, ya puede presumir de ser uno de los directivos más antiguos de España.

A lo largo de casi el último medio siglo, Eliseo Gutiérrez ha trabajado con un buen número de presidentes: Gerardo Fernández Coma, Dionisio Cuesta, Gregorio Blanco, Vicente Fernández Coma, Gustavo Losa, José María González, Álvaro Fernández Braga, Juan Antonio Ruiz Díaz y, actualmente, Ángel Fueyo, además del ya citado José María Rodríguez. «Con todos ellos, mi labor se centró en las categorías inferiores, en un principio, participando con los juveniles, para posteriormente llegar a colaborar con el primer equipo», explica este mierense para el que el Caudal es su pasión. Su identificación con el club es total. Sus compañeros de junta reconocen su labor. En los equipos pequeños, un directivo tiene que hacer de todo, y Eliseo se ha tenido que remangar muchas veces. De todos es conocida su habilidad con los fogones.

Eliseo Gutiérrez afirma que «con mi comportamiento me he ganado la confianza de todos los presidentes con los que he colaborado, aunque con el que más he convivido fue con Gustavo Losa, con el que colaboré 22 años». Rápidamente reacciona y aclara: «La verdad es que es difícil quedarse con un presidente; con todos he tenido un gran trato». El actual, Ángel Fernández Fueyo, no es una excepción, aunque los últimos años han sido los más ingratos, debido a los problemas que el club tuvo con la justicia por culpa de la lotería familiar, contencioso que ya está superado, aunque le herida aún no ha cicatrizado.

En cuando a los entrenadores, el veterano directivo recuerda con afecto a Enrique Casas, así como a Alfredo Puente. Y de los muchos jugadores que ha conocido, hay dos que destaca sobremanera: Sánchez Roldán y Balmori.

Eliseo también recuerda los malos momentos vividos: «Aún me duele el descenso del primer equipo a Preferente y la eliminatoria con el Menorca en una fase de ascenso en la que nuestro portero, jugando aquí, en Mieres, tuvo una tarde nefasta». Los últimos meses también han dejado bastantes sinsabores: «Lo sucedido con la lotería familiar nos ha dejado algo tocados».

Este veterano directivo del Caudal se emociona al recordar los momentos más especiales vividos con su equipo, sobre todo el ascenso a Segunda B logrado en 1998 frente al Palencia, en el estadio Hermanos Antuña, «con más de siete mil aficionados en la celebración». «Ese acontecimiento jamás se me borrará, y espero volver a disfrutarlo de nuevo». Sobre la posibilidad de que sea el directivo que más años lleva en un club, Eliseo se muestra indiferente: «Eso me han dicho, pero es algo que no me preocupa».