La Braña del Río (Langreo),

L. M. D.

Hunosa, la empresa del carbón, se pasa a la ecología. La hullera ha iniciado la reforestación de 50 hectáreas de monte en una de sus antiguas explotaciones a cielo abierto, en la zona de La Braña del Río (Langreo). La actuación, que servirá de experiencia piloto para el ambicioso plan de reforestación que prevé el grupo -3.000 hectáreas en total-, cuenta con un presupuesto de 394.853 euros y está siendo desarrollada por Tragsa.

La recuperación forestal de La Braña del Río se llevará a cabo con cinco especies vegetales distintas: pino pinaster, abedul, aliso, acebo y laurel. El coordinador de Obras de Tragsa, Daniel Gutiérrez, indicó que «son especies que se adecuan al terreno», en este caso a una zona «pobre», por lo que se han utilizado «especies que son poco exigentes». Fuentes del grupo Hunosa explicaron que la reforestación de las 50 hectáreas iniciales de la mina a cielo abierto de La Braña del Río -la antigua explotación ocupa 138- marcará «la pauta» de futuras actuaciones medioambientales. «Hunosa es una empresa pública que, con su actividad, perjudicó a su entorno. La reforestación persigue, en primer lugar, recuperar espacios muy degradados, regenerando el terreno. A largo plazo, estas actuaciones pueden dar beneficios, ya sea con la venta de la madera o mejorando el valor de los terrenos», indicaron portavoces de la empresa.

El plan de reforestación de Hunosa prevé actuar en 3.000 hectáreas, plantando 1,2 millones de árboles en siete minas a cielo abierto: La Braña del Río, La Matona, Mozquita, L'Abeduriu, San Víctor, El Cantil y Coto Bello, ubicadas en los concejos de Langreo, San Martín del Rey Aurelio, Mieres y Aller. Los trabajos en la primera de estas antiguas explotaciones incluyen, además de la plantación de los árboles, el arreglo de las pistas interiores y la adecuación de los terrenos a la plantación de los vegetales. Alejandro Martínez, jefe de obra, indica además que en algunas de las zonas más sensibles «se harán trabajos complementarios» para proteger las plantaciones. No es la primera vez que Hunosa trata de aprovechar sus terrenos en esta zona. Hace años plantó arándanos y kiwis, pero ninguno de los dos proyectos acabó cuajando.

Según se explica desde Hunosa, con la reforestación «no se busca un beneficio económico inmediato». Por el contrario, «va más allá. Es la recuperación ambiental, que puede hacer mejorar a largo plazo el valor de los terrenos». Los responsables de Tragsa indican que de las especies que se plantarán en La Braña del Río, la de más rápido crecimiento es el pino. «El primer turno de tala tardará en producirse unos 30 años, y el del resto de árboles, más», señala Gutiérrez.

En el último lustro, Hunosa ha entrado de lleno en la investigación de nuevas energías y nuevas formas de negocio. La captura y almacenamiento de CO2, el aprovechamiento del agua de mina para calefacciones, la entrada en el mercado de los parques eólicos, la promoción de terrenos industriales a través del plan territorial, etcétera. «No sabemos muy bien qué tipo de empresa será Hunosa cuando puedan talarse los primeros árboles de este plan de reforestación», reconocen fuentes del grupo empresarial.