El Entrego,

Miguel Á. GUTIÉRREZ

Luis Martínez tiene 78 años, vive en El Entrego y desde ayer forma parte de la familia Alcántara. Este minero retirado participó junto a otros tres vecinos de las comarcas carboneras en la grabación de un episodio especial de «Cuéntame como pasó», que abrirá la nueva temporada de la exitosa serie televisiva. Sus testimonios servirán para retratar la España de los años 40 y 50, y se intercalarán en la trama de ficción a través de la que el matrimonio Alcántara revisará sus recuerdos de infancia y juventud. «Queremos volver a los orígenes de los Alcántara, todo lo que no se ha contado antes de 1968, que fue cuanto arrancó la serie: sus juegos de niñez, su noviazgo, su boda... Todo se salpicará con intervenciones de personajes conocidos y de personas anónimas que retratarán como se vivía en diferentes puntos del país», explicaron los responsables del Grupo Ganga Producciones desplazados a San Martín del Rey Aurelio.

Antes de recalar en El Entrego, el equipo de la productora de «Cuéntame como pasó» había hecho escala en Luanco para hablar con marineros retirados. En las Cuencas, el Museo de la Minería de El Entrego fue el escenario de la grabación de los testimonios de Luis Martínez y Gerardo Orviz, ambos mineros jubilados, y de Conchita Valdés y Mercedes Castañón, naturales de las comarca del Caudal y también poseedora de un intenso recorrido vital. Las estrecheces económicas de la posguerra, el estraperlo, el ocio o las fórmulas de cortejo fueron algunos de los temas abordados por la entrevistadora de la productora.

«Es el día de hoy que no puedo ver castañas tiradas por ahí, tengo que recogerlas, Las castañas quitaron mucha hambre en las Cuencas. Todo escaseaba», rememoró Luis Martínez frente las cámaras y acodado en una vagoneta minera, para añadir a continuación. «También comíamos sémola y "fabes del güeyu de Franco", que eran pequeñas y negras». Conseguir pan en las colas de racionamiento era más complejo para este minero de El Entrego: «Había un policía que me tenía cruzado y me echaba para atrás en la cola, así que cuando llegaba al reparto ya no quedaba pan».

Martínez empezó a trabajar con 12 años, cobrando salarios que apenas daban para cubrir las necesidades básicas. Ex trabajador de Sorriego y del pozo Entrego, el río Nalón y una lata con agujeros era la rudimentaria ducha que solía utilizarse con frecuencia en la época. Sin embargo, la mayor peripecia a la que tuvo que enfrentarse este ex minero fue obtener el beneplácito del padre de su novia para cortejarla. «A la familia yo no le entraba mucho por el ojo, pero a ella sí que era lo importante; así que al final no hubo problema. El paisano era muy desconfiáu». Las cautelas del futuro suegro quedaron patentes cuando Martínez le pidió la mano de su hija, de manera repentina.

-«Quería casarme con su hija»

-«¿Qué ye, que corre prisa?»

No corría prisa, así que enlace pudo planificarse con tiempo.

Mercedes Castañón, ex comadrona y otra de las personas entrevistadas por el equipo de la productora de «Cuéntame como pasó», relató los detalles del cortejo en las Cuencas en las décadas de los años 40 y 50: «En aquella época cuando te echabas un novio era para casarte. La única diversión que teníamos era el baile; mi padre me daba tres pesetas para ir, pero tenía que estar en casa antes de la noche».

Junto a El Entrego y Luanco, el equipo de la serie televisiva grabó testimonios en otras ciudades como Madrid, Barcelona y Córdoba. «El hilo conductor del capítulo especial será la familia Alcántara recordando acontecimientos de su vida cotidiana. La intención es retratar la España de la época a través de diferentes experiencias personales y acentos porque no es lo mismo la historia de un jornalero de Córdoba, de un pescador de Luanco o de un minero de aquí», indicaron responsables de la productora.

«Las castañas quitaron mucha hambre en las Cuencas, todo escaseaba»

<Luis Martínez >

Minero retirado

«La única diversión entonces era el baile; mi padre me daba tres pesetas para ir»

<Mercedes Castañón >

Antigua comadrona