Villoria (Laviana), L. M. D.

El urogallo cantábrico está abocado a la extinción en un período indeterminado, pero no demasiado largo. Además, la construcción y la puesta en funcionamiento de centros de cría en cautividad como el de Sobrescobio «no ayudarán a la supervivencia en libertad de la especie», porque la reintroducción de los ejemplares criados en cautividad al medio natural es inviable. Así lo afirmó el catedrático José Ramón Obeso, profesor del departamento de Biología de Organismos y Sistemas de la Universidad de Oviedo y autor de estudios de referencia sobre el urogallo cantábrico, que participó en el centro cultural El Texu de Villoria en las I Jornadas de sensibilización sobre el urogallo, organizadas por la asociación medioambiental Ecos Astures.

La reducción de la población de urogallos en los últimos veinte años es, según Obeso, «más que alarmante». Pese a que se conocen múltiples factores que perjudican la supervivencia de la especie -fragmentación y alteración de su hábitat, principalmente- aún se desconoce la mayor parte de los patrones de comportamiento del urogallo, lo que provoca que «apenas haya tiempo para salvarlo, dado el ritmo de disminución del número de ejemplares. Además, siempre puede estar escapándosenos algún factor que pueda ser clave para su supervivencia».

Respecto al centro de cría en cautividad creado por el Principado en Sobrescobio, José Ramón Obeso dudó sobre su utilidad para lograr la supervivencia del ave en libertad, ya que los anteriores intentos de reintroducción en diversas zonas de Europa fueron un fracaso. «Puede verse como un último esfuerzo por salvar al urogallo, pero reintroducir ejemplares criados en cautividad en el medio natural no es posible», apuntó el experto. Pese a todo, Obeso sí ve un punto positivo en la iniciativa del centro de cría. «La especie no llegaría a extinguirse. Es un lugar que se utilizaría como reserva genética de un ave que ya no vive en libertad». En la conferencia, el catedrático expuso, además, que «los esfuerzos que se están haciendo por salvar al urogallo» pueden ir «abriendo camino» para sensibilizar a la gente de que es necesario «preservar también a otras especies» que también se encuentran en peligro, como el pico mediano o la liebre de piornal. También reclamó una protección integral para la cordillera Cantábrica, un ecosistema único que está protegido de forma fragmentada (Picos de Europa, Redes, Ubiñas, Somiedo).

Por su parte, el presidente de Ecos Astures, Vicente Suárez, explicó que las jornadas se completaron con una visita al hábitat del urogallo en el parque de Redes y con la elaboración de unas conclusiones sobre su contenido.