Frágil memoria tienen los dirigentes socialista al decir que el primer gobierno del Partido Popular, que tomó posesión en el segundo trimestre de 1996, quería cerrar la minería y Hunosa, con lo ocurrido pocos meses después en los que se iniciaron negociaciones con los sindicatos mineros para llegar a un acuerdo, en breve espacio de tiempo, en el que se firmó el Plan de la Minería del Carbón y Desarrollo Alternativo de las Comarcas Mineras 1998-2005.

Dicho plan no sólo confirmaba la permanencia del carbón nacional sino que garantizó en el período pactado, a través de los Presupuestos Generales del Estado, una enorme financiación cercana a los 3.000 millones de euros, medio billón de pesetas, para obras de infraestructuras, promoción económica y formación.

Pero si bien estas medidas han sido las más conocidas del Plan de la Minería, otras han pasado más desapercibidas, no por ser menos cuantiosas, como son las ayudas que paralelamente se han dado al sector de la minería del carbón en su conjunto, y que han conseguido garantizar su supervivencia hasta la fecha, y que van desde la incorporación de trabajadores, prejubilaciones, primas al carbón, primas al almacenamiento, Hunosa, etcétera. Otros 3.000 millones de euros.

El Gobierno Aznar no sólo comprometió al sector cerca de 6.000 millones de euros, 1 billón de pesetas, de 1996 a 2005, sino que logró, con su defensa ante la Unión Europea, que fuesen autorizadas dichas ayudas por la Comisión. Cuestión nada baladí si se tiene en cuenta la opción de algunas naciones europeas que habían reducido drásticamente o cerrado totalmente sus explotaciones.

También parece que los socialistas olvidan la extraordinaria labor que en apoyo de esas gestiones realizó la comisaria europea del PP Loyola de Palacio para allanar la oposición a la autorización de estas ayudas, que se garantizaron hasta el año 2012, y que son financiadas con fondos de los Presupuestos Españoles y no de la UE. Así como también parecen olvidar que el Gobierno de Aznar no cerró ningún pozo minero en Asturias, incluso abrió uno en Lieres.

El Partido Popular no tiene que demostrar nada en defensa del sector de la minería del carbón en Asturias y en España, porque, no sólo sus palabras, sino sus hechos, son su aval.

Es el PSOE el que sin embargo tiene una gran trayectoria haciendo lo contrario.

Refrescando la mala memoria que los socialistas se empeñan en demostrar, recuerdo que en 1983, Felipe González, presidente del Gobierno de España, dijo, y cito literalmente: «Hay que ser conscientes de que a Hunosa apenas si le quedan 17 años de vida». Es decir, Hunosa estaría cerrada en el año 2000.

En 1986 el entonces ministro de Industria, Luis Carlos Croisser, anunció que «Hunosa se irá reduciendo poco a poco hasta su desaparición en el año 2000», anuncio que causó una oleada de indignación en toda Asturias.

Por si parece poco, recuerdo también que el Gobierno socialista en 1991 puso precio al cierre de Hunosa, 600.000 millones de pesetas exactamente, y que la gran frustración del el ex ministro socialista Carlos Solchaga fue «no cerrar Hunosa».

Más cercano en el tiempo, en el 2001, y sin ánimo de ser exhaustivo, el ahora ex ministro socialista Pedro Solbes y comisario europeo por aquel entonces impulsó en Bruselas el fin de las ayudas a la minería del carbón y afirmó, cito textualmente, «la minería del carbón es una actividad, sucia, peligrosa e insana y se debe reorientar alguna de las ayudas a la producción hacia ayudas para el cierre de minas».

Esta es la verdadera historia de la defensa de las ayudas a la minería del carbón, no la que cuentan los dirigentes socialistas. Les recomiendo un ejercicio de honestidad, ya que el único partido que ha querido cerrar la minería y Hunosa ha sido el Partido Socialista Obrero Español.

Las Comarcas Mineras tienen un futuro claro y definido con el carbón como elemento estratégico pero también necesitan fundamentarlo en la investigación y la innovación. Para esto el Gobierno regional debe reactivar los 1.000 millones de euros de Fondos Mineros que tiene paralizados por su ineficacia y mala gestión y reorientar de manera efectiva la inversión de dichos Fondos Mineros para así poder diversificar el tejido empresarial.

El Partido Popular seguirá trabajando en y por las Comarcas Mineras.