Oviedo,

David MONTAÑÉS

La planta experimental de captura de CO2 de un megavatio que Hunosa y Endesa construirán en La Pereda, aprovechando parte de la infraestructura de la actual térmica, estará operativa a finales de 2010. Un año después, a finales de 2011, la multinacional tecnológica Foster Wheeler, firma adscrita también al proyecto, estará en condiciones de evaluar los resultados de los trabajos. De esta forma, Asturias sabrá con certeza en 2012 si finalmente está en condiciones de abordar la construcción de una planta de mayor capacidad, de hasta 50 megavatios, similar en potencia a la que se levantará en León bajo supervisión de la Unión Europea.

La citada hoja de ruta quedó fijada ayer en el transcurso del acto oficial de presentación del proyecto, cuyos principales contenidos adelantó recientemente LA NUEVA ESPAÑA. El encuentro tuvo como sede las instalaciones del Instituto del Carbón (INCAR), en La Corredoria (Oviedo). Acudieron, entre otros, el presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), Enrique Martínez Robles; el director de generación de Endesa, Manuel Morán; el presidente de Hunosa, Juan Ramón García Secades; y el presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Rafael Rodrigo. El responsable de Ingeniería e I+D de Endesa. Eduardo Santos, ofreció un adelanto de la previsión de desembolso económico. La construcción de la planta de captura de CO2 costará 4,1 millones de euros, aunque el presupuesto total del proyecto será finalmente de 5,8 millones. Hunosa destacó el respaldo mostrado por la UE a la actuación. La empresa hizo público que desde Bruselas se ha establecido que «la iniciativa está en linea con el plan estratégico de la UE y se trata de un proyecto innovador y ambicioso».

El jefe de Calderas de Foster Wheeler, Javier Álvarez, apuntó que la planta experimental de La Pereda debe determinar si el prototipo de captura de CO2 desarrollado a pequeña escala por el Incar tiene utilidad industrial. Si los resultados son buenos, se pasaría a una segunda fase, en el período 2012-2015, en el que se plantearía ya la construcción de una planta de mayor capacidad. De momento, la inversión necesaria para desarrollar esta última actuación se desconoce, aunque el coste estimado, según las primeras previsiones, oscilaría entre los 30 y 60 millones de euros. Por su parte, Martínez Robles, mostró su confianza en que la iniciativa llegue a buen puerto: «Es del interés de todos que se resuelva el principal problema que tiene el carbón como fuente de energía, que es la producción del CO2». Advirtió que si este proyecto consigue su objetivo, «refuerza las posibilidades de seguir utilizándolo como fuente de energía».

Hunosa señaló ayer que la planta de captura de CO2 se integrará dentro de la Térmica de la Pereda, quedando ubicada junto a la chimenea de la instalación. La previsiones son que una vez esté totalmente operativo, el nuevo sistema elimine más de un 90 por ciento de las emisiones nocivas.

Hunosa y Endesa, además de determinar el grado de viabilidad de su sistema de captura de CO2, están interesadas en reducir gastos. el responsable del Grupo de Capturas del INCAR, Carlos Abanades, subrayó que, en estos momentos, el funcionamiento de estas plantas está «prácticamente garantizado, y lo único que hace falta es que «llegue el dinero necesario».