En una línea similar se expresó Francisco Brito Arceo, presidente del Unión Popular de Langreo. «A los clubes modestos no les llega nada de los millones que se mueven en el mundo del fútbol. Las administraciones que rigen este deporte debían hacer más, no sé si a través de las quinielas o por qué medio», apuntó el máximo mandatario del cuadro azulgrana, que también demandó una «mayor implicación» a las instituciones locales. «Sé que tienen otras prioridades, pero no hay que olvidar que un club como el Langreo forma a 200 chavales».

Esther Díaz, alcaldesa de Langreo, resaltó, por su parte, el «esfuerzo» realizado por su Ayuntamiento en favor del fútbol, plasmado en la instalación de campos de hierba sintética en el concejo, una medida que ha logrado «multiplicar» de forma exponencial la práctica del balompié: «Ahora hay un volumen muy importante de chavales en el fútbol base». Además, Díaz calificó de «idea fantástica» la decisión del F. C. Barcelona de programar sus entrenamientos en campos de Tercera de Cataluña: «Es una forma de acercarse a los clubes modestos y una manera de colaborar que debería extenderse».

Roberto Rodríguez, teniente alcalde de Mieres, expresó, por último, que los clubes modestos «deben unirse y ser más reivindicativos para defender sus derechos» ante los estamentos del fútbol, un deporte en el que «se mueven miles de millones en cada temporada», apuntó.

«Los clubes de Tercera queremos autogestionarnos, pero necesitamos ingresos atípicos y los medios para hacerlo»

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Presidente del Caudal