Madrid, Módem Press

El Consejo de Ministros aprobará hoy el real decreto de restricciones por garantía de suministro que primará a las centrales térmicas que quemen carbón nacional y garantizará el consumo del mineral extraído de las minas españolas, tal y como fija el plan del carbón 2006-2012.

El Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero da el visto bueno al mecanismo elaborado por el Ministerio de Industria casi cuatro meses después de que el mismo fuera pactado con los empresarios y los sindicatos del sector minero y después de que las empresas mineras lleven más de un año sin poder dar salida al carbón que extraen de sus explotaciones debido al bajo precio en los mercados del mineral de importación y a la caída de la demanda energética causada por la crisis económica.

El Gobierno aprobará el real decreto sin tener el visto bueno oficial del departamento de la Competencia de la Unión Europea, que a partir de esta semana dirige el socialista español Joaquín Almunia, aunque sí ha obtenido el «O.K.» verbal de Bruselas, que investiga las ayudas desde el pasado mes de diciembre.

El real decreto, que supondrá un auténtico balón de oxígeno para un sector que se encontraba desde hace meses al borde del colapso, y que durante los últimos meses ha suscitado un encarnizado debate en la sociedad y los medios de comunicación sobre el presente y el futuro de la industria carbonera española, se basa en la consideración del carbón nacional como «estratégico» para garantizar el suministro energético y en la posibilidad que ofrecen la ley eléctrica española y la legislación europea de primar hasta un 15 por ciento de la electricidad generada en un país con fuentes autóctonas.

El decreto se aprobará hoy sin apenas modificaciones respecto al borrador aprobado en octubre y añade, como cambio más significativo, la incorporación de la central térmica de Elcogas, que Endesa tiene en Puertollano (una de las plantas que, por otro lado, más ha invertido en los últimos años en la tecnología de combustión limpia de carbón), a las otras nueve centrales adscritas en un principio a la resolución de restricciones por garantía de suministro.

Las centrales térmicas que quemarán carbón nacional serán las asturianas de Soto de Ribera (Hidrocantábrico-EDP) y Narcea (Unión Fenosa), las leonesas de Compostilla (Endesa), Anllares (Endesa-Unión Fenosa) y La Robla (Unión Fenosa), las turolenses de Andorra (Endesa) y Escucha (E.ON), la palentina de Velilla (Iberdrola), la cordobesa de Puente Nuevo (E.ON) y la ya citada de Endesa en la localidad ciudarrealense de Puertollano. Estas diez centrales térmicas podrán producir un máximo de 27,5 MWh (megavatios/hora) anuales con los 10,5 millones de toneladas de carbón que se producen al año en España. El real decreto garantiza a estas diez centrales térmicas, que quemarán carbón autóctono, alrededor de 1.550 millones de euros anuales por la energía que generen a partir del mineral nacional y eso sin tener en cuenta la actualización de precios prevista anualmente, que prevé un incremento máximo por ejercicio del 2 por ciento por MWh.

Pese a la entrada en vigor de estas nuevas primas, que sustituyen al incentivo al consumo de carbón autóctono derogado el 31 de diciembre de 2007, la subvención a la energía producida con carbón nacional, unos 18 euros por cada MWh generado, es claramente inferior a la de otras tecnologías de generación primadas con fondos públicos. Y es que, según datos de la Comisión Nacional de la Energía, las instalaciones de generación con residuos están recibiendo una retribución media por encima del mercado libre de 33,3 euros/MWh; la energía eólica, de 42,9 euros/MWh; la energía hidráulica, de 43,8 euros/MWh; las instalaciones de cogeneración, de 51,2 euros/MWh; las que utilizan biomasa, de 70,7 euros/MWh; la energía aprovechada en el tratamiento de residuos, de 90,3 euros/MWh y la energía solar, de 428,6 euros/MWh, dándose la circunstancia de que la mayoría de estas primas o incentivos se ha comprometido para períodos de más de veinte años, mientras que el real decreto de restricciones por garantía de suministro dejará de entrar en escena en el momento en el que el precio del carbón de importación supere al nacional, algo que, según todos los indicadores internacionales, podría suceder a partir de mediados de este mismo año.