Langreo, Elena PELÁEZ

Tienen menos de dos semanas para exhibir por las pasarelas urbanas los trajes que esbozan y confeccionan durante seis meses. No son diseñadores ni modelos, aunque sus creaciones no sólo reciben halagos sino también premios. Son un grupo de vecinos de Riaño que se alzó con el primer premio en los desfiles de Carnaval de Avilés y Ciaño, el segundo en Langreo y Lugones, y el cuarto en Mieres.

Los componentes del conjunto no esperaban en su primera participación en el famoso antroxu avilesino volver con ese reconocimiento. «Algunos, cuando llegamos y vimos todo aquello dijimos, vámonos, pero cuando empezó el desfile empezaron a llegar los ánimos», indicó una de las integrantes del grupo, que está formado por 21 personas, con edades entre los 7 y los 60 años, que se conocieron en el colegio Clara Campoamor. Paloma y Toño propusieron en el año 2005 preparar un disfraz y participar todos, padres e hijos, en el Carnaval. Eligieron el disfraz de bolsa de pan y participaron en dos desfiles, El Entrego y Langreo, donde obtuvieron un segundo y un quinto premio, respectivamente.

Les gustó la experiencia y al año siguiente repitieron. Se convirtieron en bañistas de los años sesenta que desfilaron con premio en Lugones, Pola de Siero, Langreo y Oviedo. En 2007, decidieron recordar la escuela de hace treinta años y, en 2008, se decantaron por el circo. Fue su gran año, al conseguir el primer premio en cinco localidades, Lugones, Pola de Siero, Ciaño, El Entrego y Langreo, y el cuarto en Oviedo y Cangas del Onís. Con el Bosque encantado, tema del Carnaval del pasado año, el grupo continuó cosechando distinciones que continuaron llegando estos últimos días, con el debut en Avilés. Con su disfraz, que gira alrededor de la cesta de la compra, han conseguido más de 2.000 euros en premios, que gastarán en una comida y en el material para confeccionar los trajes que les permitan el próximo año volver a despertar aplausos y el elogio de los jurados de los concursos en los que participen.

Su actividad es frenética estos días, tienen que mostrar el trabajo que realizan desde septiembre en un local ubicado en los bajos del colegio Clara Campoamor. «Tenemos las labores muy bien repartidas. Unos dibujan, otros se ocupan de las manualidades y otros cosen», apuntaron. Antes toca elegir el disfraz. Se proponen ideas y hay «votaciones muy reñidas».

La cesta de la compra en el contexto de la actual crisis económica fue la triunfadora en esta ocasión. Cada integrante del grupo representaba a un producto (azúcar, aceitunas, café, leche?) que no pasó frío a pesar de las gélidas temperaturas de estos últimos días porque también a la hora de confeccionar los disfraces los encargados pensaron en eso. Riaño alberga al Mortadelo de las Cuencas.