Mieres del Camino,

David MONTAÑÉS

Las plataformas sociales contrarias a la línea de alta tensión Sama-Velilla están más que nunca en pie de guerra. La defensa del polémico proyecto que hizo la pasada semana el presidente del Gobierno en León, lejos de generar desaliento, ha servido para cargar las baterías de los opositores, que han radicalizado su discurso y prevén más protestas. Las primeras reacciones no se han hecho esperar. En León, donde tildan de «traidor a su tierra» a Zapatero, el frente opositor que lidera Camino Alonso tiene previsto abordar esta misma semana una serie de reuniones con partidos políticos y sindicatos para fijar un «postura unitaria». En el Principado, la plataforma local, según explicó su presidenta, Marisol Rodríguez Bigotes, también tiene previsto iniciar contactos con los sindicatos.

Camino Alonso, portavoz del Movimiento Cívico contra la Sama-Velilla, considera que Rodríguez Zapatero, que hasta la pasada semana había sostenido que la línea Sama-Velilla no se abordaría sin consenso, ha «traicionado a su tierra». La dirigente vecinal reconoce que el pronunciamiento del Presidente es un golpe para las aspiraciones del frente opositor, pero también advierte que las posiciones están fijadas y son firmes: «¿Cómo puede venir a León a decirnos que todo el país quiere tener energía con capacidad suficiente, cada vez más barata, y que el Gobierno trata de combinar y hacer compatibles esas necesidades con el respeto al paisaje?», se preguntaba Camino Alonso. Y añade: «Estas manifestaciones sólo se pueden interpretar como una mofa al pueblo leonés, una burla inaceptable». La dirigente del movimiento cívico dejó claro que no darán un paso atrás y que seguirán movilizándose: «La razón está de nuestra parte y seguiremos luchando».

Las palabras de Rodríguez Zapatero tampoco han sentado nada bien en Asturias. La plataforma regional contraria el tendido eléctrico se mostró decepcionada con el aparente cambio de criterio y recordaron al líder socialista sus incumplimientos: «En su momento dijo que escucharía a los afectados y hasta la fecha no ha mantenido ninguna reunión con nosotros», matizó Rodríguez Bigotes. Este colectivo no entiende el proceder del Presidente: «Siempre habló de consenso, pues debe saber que no lo hay».

La asociación asturiana defiende que el Gobierno central aún está a tiempo de hacer bien las cosas, aunque asumen que ya hay poco margen para el diálogo con la administración: «Si se sentaran para escuchar nuestros planteamientos ampliarían su perspectivas, ya que tenemos argumentos que merecen ser escuchados».