Mieres del Camino,

Julio VIVAS

Un grupo de estudiantes de tercer curso de Ingeniería Técnica Forestal viajó hace unos días hasta la Ribeira Sacra, situada entre las provincias gallegas de Lugo y Orense para conocer cómo se desarrollaba la gestión forestal en este entorno y donde pudieron descubrir el potencial del castaño. Así, los alumnos se adentraron en un soto de castaños -montes de dehesa con verdaderas plantaciones de esta especie-, que están inmersos en un programa de investigación con la intención de mejorar su fruto, tanto en calidad como en cantidad. Lo explicaba Asun Cámara Obregón, subdirectora de la Escuela Politécnica de Mieres y responsable del área de Forestales, que fue una de las profesoras que acompañó a los alumnos en esta salida, junto al también docente Pedro Álvarez. Ya en el soto de castaños, los participantes en este viaje descubrieron cómo se injertaba una nueva variedad que mejoraba la producción al castaño silvestre. Cámara Obregón recordó que estos sotos «se combinaban con sistemas agrícolas que ahora se han ido abandonando, con lo que los castaños estaban entrando en una fase de decaimiento. Con esta nueva gestión del castaño se están salvando estas estructuras que forman parte de la cultura rural». Además, y para complementar esta formación, los alumnos también tuvieron la oportunidad de visitar el vivero forestal que tiene el grupo de empresas públicas Tragsa en la localidad orensana de Maceda. Este es un invernadero de grandes dimensiones que produce plantas para todo el país y que, además, mantiene una línea de investigación del castaño.

Pero la salida de los alumnos de Forestales no se centró únicamente en esta especie arbórea, sino que también se aludió a la posterior gestión de la madera. Para ello visitaron las instalaciones de Bio Allarluz, en Orense. Esta empresa se dedica a la producción de energía eléctrica a partir de la biomasa forestal. De este modo se da utilidad a los restos y residuos de podas y clareos -potenciales focos de incendios- que gracias a la central se convierten en un filón energético. De este modo, los estudiantes de Forestales vieron cómo es factible la creación de una de estas plantas, inexistente aún en Asturias. La visita culminó con un recorrido por el CIS-Madera, el centro tecnológico de la madera de Galicia, en la que se expuso cómo trabajan en la aplicación de la madera sobre aspectos estructurales, como las vigas.