Madrid / Langreo,

Iñaqui ETXARRI /

Mario ANTUÑA

Los fondos mineros no saldrán indemnes del drástico plan de ajuste presupuestario aprobado el jueves por el Gobierno central. El Ministerio de Economía, según pudo confirmar LA NUEVA ESPAÑA, ya ha anunciado al de Industria que debe reducir en hasta un 30 por ciento el dinero destinado a las infraestructuras, captación de empresas y formación presupuestado para este año y hasta 2012, cuando concluye el actual plan del sector. El recorte asciende a unos 350 millones de euros, la mitad afectaría directamente a Asturias. Los números concretos aún están por determinar.

Los primeros nubarrones cubrieron el cielo de las comarcas mineras cuando Economía cerró el grifo que permitía a Hunosa comprar el carbón de las empresas privadas. La decisión provocó el último conflicto en la minería, que Industria salvó el pasado martes adelantando a las compañías todas las subvenciones a la producción para este año, con el fin de que paguen los salarios a los mineros, mientras esperan que entren en vigor las nuevas ayudas al consumo de carbón nacional. Pero ahora llega la tormenta más virulenta: habrá menos dinero para obras, ayudas empresariales y becas.

El Instituto para la Reestructuración de la Minería del Carbón y Desarrollo Alternativo de las Comarcas Mineras (IRMC), dependiente del Ministerio de Industria, ya conoce el gran mordisco que la crisis y el ajuste presupuestario le meterá a los fondos mineros. De los 1.170 millones previstos para el trienio 2010-2012, serán descontados unos 350 millones. Un 30 por ciento de las partidas presupuestadas de aquí al final del Plan del Carbón. Y es que las directrices impuestas por Economía son estrictas y marcan la obligatoriedad de una reducción, con carácter general, del 25 por ciento de todas las inversiones previstas por el sector público y del 15 por ciento en gastos de bienes corrientes y servicios.

Desde el Ministerio dirigido por la Vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado, se confirmó a este diario que «todos» los Ministerios deben de reducir sus inversiones en los términos que marca el real decreto ley aprobado el jueves. Y será cada Ministerio quien haga sus propios ajustes. Industria debe decidir ahora dónde mete la tijera y con qué consecuencias. Pero su margen de maniobra es escaso. La mayor parte de sus inversiones corresponden a la minería del carbón por lo que es inevitable que el recorte afecte especialmente a este sector. Por ello, las previsiones que maneja el Ministerio para el Instituto para la Reestructuración de la Minería del Carbón y Desarrollo Alternativo de las Comarcas Mineras, y que ha podido conocer LA NUEVA ESPAÑA, sitúan el ajuste en el entorno del 30 por ciento. Los cálculos ya citados dan un resultado negativo de 350 millones de euros.

Si Asturias es la Comunidad que más se ha beneficiado de los planes de reactivación, al ser la que más empleo minero ha perdido en los últimos años, ahora será, en consecuencia, la más perjudicada por los recortes. Echando mano de la calculadora, estos serían los números de las cuentas generales. Al Principado le corresponden cerca del 50 por ciento de los fondos mineros en sus sucesivos repartos. Si de la tarta se retirarán unos 350 millones, los fondos que dejarán de percibir las cuencas del Nalón, del Caudal y del Suroccidente asturiano ascenderán a 175 millones. Un duro revés para unas comarcas afectadas de manera endémica por la crisis del sector y que sienten con altas tasas de paro y quiebras de empresas la recesión económica, y tienen en los fondos mineros las esperanzas de futuro.

El propio Ministro de Industria, Miguel Sebastián, ya advirtió el pasado martes a sindicatos y empresarios, durante la reunión de la Comisión de Seguimiento del Plan minero 2006-2012, de los recortes presupuestarios que deberá de ejecutar el Ministerio, aunque sin llegar a concretar las partidas específicas a las que afectaría. Nada dijo del recorte que se avecinaba a los fondos mineros, según confirmaron varios de los asistentes al encuentro.

Pero ni a los sindicatos mineros ni a las empresas le cogerá de sorpresa el nuevo ajuste. Aunque no conozcan la letra, les suena la música. Cuando Economía impidió destinar más dinero para que Hunosa comprase más carbón de las minas privadas y Zapatero -en doce minutos- resumió el completo giro de su política económica, los fondos mineros quedaron en el punto de mira de los ajustes. Ahora quedará por negociar y concretar qué proyectos quedan fuera de la financiación del plan del carbón.

La difícil situación que atraviesan las cuencas ser verá agravada con el recorte. La pérdida una parte sustancial de las inversiones previstas se suma al retraso que sufre la gestión de proyectos acumulados desde 1998. La última evaluación la realizó el SOMA-FIA-UGT, que cifró el dinero pendiente de invertir en 800 millones. Si a esta cantidad pendiente de gastar, se le suman los 350 millones que ya no llegarán, las cuentas del plan del carbón son cada vez más negras.