Sin género de dudas podemos considerar a los concejos de Mieres y Aller los más afectados en Asturias por la decadencia de nuestro folclore, particularmente en la modalidad de tonada. Curiosamente Lena a pesar de su proximidad a los concejos citados no ofrece ni calidad ni cantidad de intérpretes de canción asturiana, salvo algunas excepciones como Secundino García o Marina Castañón que participaron en los primeros concursos del diario «Región». Semejante situación a la de Lena ocurre en la cuenca del Nalón con Laviana que históricamente apenas aportó intérpretes a lo largo del pasado siglo.

Aller y su extraordinaria cantera. En la trilogía de los concursos de «Región» en los años 1948, 1951, y 1954-1955, Aller inscribe la asombrosa cantidad de 90 intérpretes, aunque de este número debe deducirse algunos no presentados. Como muestra del potencial del concejo allerano y su calidad basta citar la convocatoria de una de las semifinales del certamen el 19 de junio de 1951, en la que de 18 seleccionados 14 son alleranos, hasta el punto que la organización del certamen meditó celebrar la jornada en Moreda. Problemas de traslado de quipos de retransmisión radiofónica desaconsejaron el cambio de sede del concurso .

A lo largo del siglo XX, Aller no sólo aporta un numero elevadísimo de concursantes, lo hace selectivamente con campeones y puestos de honor, como Pepe Requejo, Veneranda y Concha Fernández, Carlitos Fernández, Ataulfo Lada, Román Prieto, Tino Valdevero, Ángel Megido, Francisco Baizán "Paquirri», y en décadas posteriores Pepín de la Rumiá, Jaime Caleya, Maximino Solís, Tonín de Nembra, Celestino González, Ricardo Fernández, Chucha de Nembra y ya más próximo Salvador Vázquez. Este último quizá sea el único superviviente representativo de la canción allerana. Monologuistas importantes en Aller fueron Pepe Requejo y Paquirri y muchos años después Pinón de Pin. Esta modalidad al igual que en Mieres esta extinguida.

El liderazgo de Mieres en varias modalidades. Sin alcanzar los niveles de cantidad de intérpretes como Aller, Mieres ofrece la singularidad de aportar las máximas figuras en tres modalidades: En musical coral el Orfeón de Mieres en la primera mitad del pasado siglo es sin duda el mejor coro de Asturias. Notables son igualmente el coro minero de Turón y el Femenino, en cuanto a grupos vocales Mieres también ejercía en los años 40 y 50 la supremacía con el Trío San Juanín, Caxigalines y el quinteto San Francisco de Turón, mas tarde contaría con el Ochote La Unión.

En canción asturiana Juanín de Mieres «El almirante de la canción asturiana» como en su día lo bautizó Vázquez Prada es posiblemente junto con el Presi el cantante más emblemático del siglo. Por último en la especialidad de monologuista «Anxelu» ha sido santo y seña de esta disciplina en nuestra región, dejando escuela de cómo se recita un monologo sin recurrir a la chabacanería y obscenidad actual. Aunque nacido en Pola de Lena Anxelu siempre se sintió mierense. Es curioso este sentimiento acendrado del «mierensismo» por gentes nacidas en otras localidades como es el caso de Laudelino el de los Pontones con raíces en Proaza o Diamantina Rodríguez procedente de Quirós. Otro monologuista mierense destacado en la década de los 50, fue Marcelino Camporro.

La mayor debacle en el folclore de Mieres se ceba claramente en la tonada. Recordamos como figuras destacadas de los primeros concursos entre otros muchos a «El Sastre de Cenera», El Manquín de Mieres Amable Fueyo, Humildad y su hija Herminia de Ablaña, posteriormente Silvino Argüelles, Gandoy, Josefina Argüelles Sergio, El Mayaín, Braña, Vital Noval, José M. García, Liliana etc.

El certamen de Mieres al micrófono. El año 1948 fue un auténtico boom de concursos de folclore. Al citado del diario «Región» surge paralelo en el tiempo el de «Rumbo a la Gloria» organizado por Radio Falange que incluía numerosas especialidades -excesivas quizá- de canción española, mejicana, bailes regionales, rapsodas y otras mas, con escaso protagonismo de la tonada. Y por no ser menos otro medio de comunicación «La Voz de Asturias» intentó capitalizar aquel momento eufórico del folclore organizando su propio certamen, sin embargo no obtuvo la respuesta de inscripciones que esperaba y desistió de hacerlo.

En esta catarata de concursos de aquel año, Mieres no se queda a la zaga y en la primavera de 1948 la Comisión de Festejos de San Juan promociona uno de perfil parecido a Rumbo a la Gloria denominado «Mieres al micrófono» que inicialmente se celebra en la Sala Palau. En la tercera jornada y dado el enorme éxito se traslada al Teatro Pombo donde los llenos son históricos. Se instalan sillas supletorias en el patio de butacas, pero el aforo sigue resultando insuficiente y decenas de aficionados se agolpan a la entrada del teatro en busca de una entrada en cada jornada. Fue un éxito de público tremendo. hasta el propio cronista del evento -Pitouto- tenía problemas de acceso al Teatro al tener que adquirir su correspondiente entrada y guardar cola ante las taquillas como un espectador más?

No se repitió el certamen pero dejo un poso importante: la formación el año 1949 de una agrupación de intérpretes que habían pasado por el escenario del Pombo bautizada como «Galas de Juventud», compuesta por miembros jovencísimos -entre 12 y 18 años la mayoría- bajo el patrocinio de la Cruz Roja local. Aquel año las «Galas de Juventud» tuvieron un gran impacto musical, generando mucha expectación en sus actuaciones en nuestra región. Flamenco, lírico, canción española y mejicana, bailes, monologuistas, canción asturiana, recitadores, etc., eran, entra otras, las modalidades de la agrupación. Como presentador de la misma figuraba Vilches, todo un descubrimiento como locutor. Del éxito de la agrupación da idea su repercusión en la prensa asturiana con decenas de entrevistas a sus figuras mas destacadas.

En definitiva el bienio 1948-1949 fue sin duda un hito musical muy importante en la vida de Mieres y de Asturias y situó a Mieres con Oviedo en vanguardia en la promoción del folclore y descubrimiento de futuras estrellas. Los años 70 marcarían ya el declive en la zona del Caudal de manera mucho mas agresiva, por ejemplo, que en la zona del Nalón.