Mieres / Langreo,

C. M. BASTEIRO

Los hoteles de las Cuencas están viviendo un mes «tranquilo», demasiado, según los profesionales. De momento, julio se presenta con una ocupación baja, pero el sector tiene la esperanza puesta en «las reservas de última hora». En la comarca del Nalón, concretamente en el parque de Redes, los hoteleros sitúan la ocupación en torno al 30 por ciento. En el Caudal, las cifras se quedan en un 20 por ciento.

Desde la Asociación de Hoteles Club de Calidad Casonas Asturianas, que preside Luis Nicieza, aún no se animan a adelantar una valoración. «Creemos que es muy pronto, hay que esperar a que termine el verano». Sin embargo, Nicieza, gerente del establecimiento «L´ aldea Perdida» de Prieres (Caso), sí da su visión como hotelero. «Julio está siendo muy flojillo, aunque también es verdad que siempre se hacen reservas de última hora». La presidenta de la asociación de alojamientos de turismo del Valle del Nalón, Pepa Cabello, explica que «la ocupación en la comarca se sitúa en torno al treinta por ciento, otros años iba mejor, no sé a qué se debe este bajón». Cabello es propietaria, además, de «Casa Les Pedroses». Bajo su punto de vista, es necesario «ampliar la oferta en la comarca, poder usar los pantanos y la zona alta del río en Laviana, como se hizo antaño». La hotelera señala que «en muchas ocasiones, llegan clientes que te preguntan por las actividades acuáticas que pueden hacer y te da pena decir que nada».

La ocupación no pinta mejor en el complejo «Reciegos», en pleno parque natural de Redes. «Para julio estamos mal, como al treinta por ciento», señala Marigel Álvarez. Sin embargo, en este establecimiento, de 16 plazas, tienen puesta la vista en agosto. «Por mal que esté, agosto siempre se llena. Muy mal tendría que ir este año para no colgar el cartel de completo». Lo mismo pasa en La Casona de Rioseco. El hotel también se encuentra en este momento «al 30 por ciento», pero esperan que la situación mejore. «Creemos que llegará una habitación para bastante tiempo y otra para cinco días, a ver si empieza a levantar el verano», explica Hugo Prado, su gerente.

En el Caudal, los hoteles viven aún peor este mes de julio. En Aller, las previsiones no son buenas. «Ca´l Xabú», hotel rural de Cuérigo, tiene la ocupación al 20 por ciento. El gerente, Jesús Álvarez, también se muestra optimista y espera que sus clientes lleguen «sin reservar, o guardando las habitaciones con antelación». El hotel rural, con 30 plazas, recibe sobre todo a turistas del País Vasco y del Mediterráneo.

Más cerca del puerto San Isidro, en los apartamentos Peña Pandos, Carmen Pérez señala que «estamos al 20 por ciento, más o menos, pero la gente está empezando a llamar ahora». El motivo de la tardanza no es otro que «la gente espera a venir a la montaña hasta que se llena la costa, así que nos toca esperar». En Pola de Lena, el hotel Santa Cristina, disfruta de una ocupación privilegiada, «casi al 50 por ciento», gracias a la llegada de dos grupos. José Antonio García, gerente del hotel, aún está viviendo las consecuencias del temporal de lluvias que asoló el centro de la región. «La carretera quedó fatal y eso nos está pasando factura a la hora de tener clientela. Ahora tenemos grupos, por lo que está el hotel a la mitad, pero no se qué pasará después». La nota de optimismo la ponen en el hotel «La Estrella de Cuaña», en Santibáñez de Murias. Agustina Fernández, copropietaria del establecimiento, señala que si bien la ocupación, ahora mismo, llega al 20 o al 30 por ciento, «la segunda quincena pinta mejor, pensamos que este año lo tenemos mejor que el anterior verano».