Sotrondio, P. G. R.

Sotrondio despidió ayer las celebraciones en honor a su patrón San Martín de Tours, entre olor a pólvora y mucha música. La jornada estuvo protagonizada por el tradicional reparto del bollo preñao y la botella de vino entre los socios, el pasacalles y la popular jira. El día comenzó a las once de la mañana con el pasacalles recorriendo las zonas más concurridas. Luego se procedió al reparto del bollo a los socios en la plaza Ramón y Cajal donde también, a las doce de la mañana, tuvo lugar una concentración de aficionados al patinaje. Aunque la tarde la eclipsó la jira, amenizada por la música de la charanga «El Barullo» que acompañó hasta el parque El Florán y se prolongó hasta las nueve de la noche. Cayendo el día, le tocó el turno a la música. A elegir entre la tradicional de orquesta o la de discoteca. Sin embargo, a las doce de la noche todo el mundo paró lo que estaba haciendo para dirigir su mirada al cielo de Sotrondio; iluminado por una gran traca de fuegos artificiales que sirvieron de cierre a la presente edición.