Lo dice el gobierno gallego: en julio entraron en Santiago a pie unos dos mil peregrinos al día. De agosto no dieron datos. En televisión pusieron imágenes del atasco en el puente de Hospital de Órbigo. Las revistas del corazón nos traen las de la Infanta, el marido y los guajes por Santiago con pinta de andar de vinos. Debieron de darles un jubileo especial. Para eso son de sangre noble. Sobre todo el Urdangarín.

Madrugué. Se nota que estoy de vacaciones. Cuando trabajo es lo último que me apetece. Me puse las botas y decidí hacer el camino hasta Uviéu. Al final llegué hasta El Padrún y di la vuelta. Me encontré con siete peregrinos. Y eso que estamos fuera de todas las rutas oficiales. Ninguno español. Cuatro de ellos coreanos. Con cara de resignación coreana, que es más grande que la resignación cristiana. Vienen desde un poco antes de La Pola. Tenían intención de llegar a la hora de comer. Partieron de León y continuarán por el camino primitivo. Una variante que se puso algo de moda este año, aunque no hizo mucho por ello el gobierno asturiano. Se advierte entre los escasos veinte peregrinos que llegan a Uviéu al día y los más de dos mil de Santiago. Se puede traducir ese dato en dinero. Se dice que el peregrino no gasta mucho: pero come, bebe, duerme y compra por donde pasa. Esperemos que para el 2021, próximo año santo, tengamos un gobierno que se entere un poco más que el actual. Mientras Santiago es actualmente la capital cultural de Europa, Uviéu lo sigue intentando para el 2016. Cada vez lo tiene más fácil: con la marcha de Tini Areces se acabará marchando toda su corte de culturetas. Venga quien venga difícilmente podrá tener menos sensibilidad cultural por esta tierra. El mejor ejemplo de lo que digo nos lo va a dar con los fastos del último Día de Asturies de su despedida. El folleto será exclusivamente en la lengua del imperio, para que no quede ninguna duda de su animadversión paranoide hacia el asturiano. Los conciertos programados llamarán la atención sobre su clara apuesta por la oferta cultural de vanguardia en la Laboral. Nada menos que trayendo a La Pantoja. Y a toda la corte del play-back chunda-chunda: Chenoa, Sergio Dalma, Rosa Triunfita, Daniel Diges Pequeñito? Copia de la gala «Qué bonito es Murcia». Qué más le dará, ¡sabrán donde queda Murcia!

Conclusión: marcho para Santiago. Por un montón de razones. La primera: el pulpo a feira. La segunda: que fueron capaces de convertir una palabra gallega, xacobeo, en universal. Vi publicidad del Xacobeo en España, Francia y Alemania. Siempre diciendo Xacobeo. Menos cuando habla el gobierno asturiano. Entonces dicen Jacobeo. Por eso nadie los entiende. Por eso la bendición de que se marchen. Son tan finos que, en la intimidad, cantan: «Voy a Oviedo / al Jacobedo / porque credo / que está bien. / Soy de Grado / de aquí al lado / y en Bilbado / trabajé».