Ladines,

Miguel Á. GUTIÉRREZ

El centro de cría del urogallo de Redes se ha quedado sin polluelos. Las dos crías que nacieron a finales de junio en las instalaciones -procedentes de los huevos de una hembra radiomarcada en León- murieron recientemente por la acción de una bacteria cuyo origen está aún por determinar, según explicaron fuentes de Medio Ambiente.

Los responsables de la Consejería indicaron que la bacteria ocasionó además, con toda probabilidad, la muerte de los otros tres pollos que fueron recogidos en la misma puesta de huevos de León. En un primer momento se pensó que estas tres crías habían perecido por un virus. La pareja de urogallos adultos que vive en el centro desde el pasado verano (los únicos que sobreviven en la actualidad) también había protagonizado en junio una puesta de diez huevos: tres no llegaron a eclosionar y, de los restantes, nacieron siete polluelos que murieron a los pocos días. Sin embargo, Medio Ambiente cree que, en este caso, los pollos perecieron por la temprana edad de sus padres, aunque tampoco se descarta que pudieran verse afectados por la bacteria.

Los esfuerzos del Principado se centrarán ahora en realizar análisis más exhaustivos en el laboratorio de muestras de tejidos de todos los polluelos muertos, con el objeto de confirmar de qué bacteria se trata exactamente y conocer su procedencia. «Los análisis que se hagan nos ayudarán a determinar si la bacteria vino con los huevos de León o ya era portada por los ejemplares que trajimos el año pasado. Se hicieron necropsias de todos los polluelos, pero estamos hablando de un tipo de bacteria que es muy difícil de detectar en las pruebas convencionales que puede producir falsos negativos; por eso se hicieron análisis más exhaustivos en las que ahora vamos a profundizar», resaltó el director general de Biodiversidad y Paisaje del Principado, José Félix García Gaona.

La enfermedad tiene una doble vía de transmisión: de los padres a los polluelos a través del huevo, o por el contacto o proximidad de los animales. En este último caso el contagio podía haberse producido en los momentos en el que los polluellos compartieron en la zona de incubación. No obstante, a falta de los análisis celulares definitivos, los responsables de Medio Ambiente consideran que la muerte de los siete polluelos de la pareja criada en el centro de Sobrescobio no ha estado relacionada con la bacteria, sino con la temprana edad de sus progenitores. De hecho se trató de una puesta «excepcional» según los veterinarios ya que estas aves, en especial los machos, no suelen reproducirse en su primer año de vida, como ocurrió en el caso de los dos ejemplares adultos criados en cautividad en el centro.

Sean cuales sean las causas de la muerte de los animales, lo cierto es que el centro de cría de Redes no contará con polluelos este año. El Principado, en colaboración con la Junta de Castilla y León, tenía previsto recoger las puestas de cuatro hembras radiomarcadas en ambas comunidades. Sin embargo, sólo pudo retirarse una de esas puestas, la de cinco huevos en la que todos los pollos perecieron. En los tres casos restantes, las intensas lluvias caídas arruinaron la recogida, ya que afectaron a los nidos y, en algunos casos, provocaron que las hembras dejaran de incubar. García Gaona destacó, por su parte, que se trata de una especie «muy sensible» y que se su cría es especialmente compleja. «En el camino se nos están presentando nuevos problemas y lo importante es que vamos ganado experiencia para hacerles frente», concluyó.

El macho y la hembra criados en el centro del urogallo de Redes desde el pasado verano -en la imagen, en la última fotografía facilitada por Medio Ambiente- y que ya son adultos son los únicos supervivientes del programa impulsado por el Principado en Sobrescobio. Otros tres polluelos de huevos recogidos en 2009 y una sexta cría donada por un particular leonés murieron. A ellos hay que sumarles las crías que perecieron recientemente.