Mieres / Langreo,

Miguel Á. GUTIÉRREZ

La voracidad energética de China puede suponer un balón de oxígeno para el sector extractivo español. El país asiático está aumentado en los últimos meses la demanda de carbón de importación, lo que se viene traduciendo desde mayo en un incremento sostenido de los precios del mineral internacional. Según los últimos datos del índice McCloskey (una tabla de baremación que fija los precios del carbón) que manejan las empresas mineras, el mineral internacional alcanza los 116 dólares por tonelada y, a mediados del próximo año, podría situarse en los 160. En esa coyuntura, el carbón autóctono (que actualmente cuesta unos 78 dólares, aproximadamente un 50% menos que el internacional) puede volver a ser atractivo para las térmicas españolas. Las empresas carboneras prevén que, de mantenerse la escalada de precios, las eléctricas podrían volver a demandar mineral nacional «en dos o tres meses», aunque el salvavidas llegaría «demasiado tarde» para un sector que ya está «con el agua al cuello».

El carbón internacional llegó a alcanzar los 219 dólares por tonelada en julio de 2008. Sin embargo, la crisis económica y la restricción del consumo energético hizo que los precios se desplomasen (hasta alcanzar una cota mínima de 57 dólares en marzo de 2009), arrastrando en la caída al mineral autóctono. Ahora, la tímida recuperación de China -principal productor mundial de carbón, pero que sólo cubre un 70% de sus necesidades de abastecimiento de mineral con recursos propios- está motivando un aumento de la demanda y un incremento de los precios en el mercado internacional. De hecho, se ha pasado de los 77 dólares por tonelada de finales de 2009 a los 116 en la actualidad.

Parece que la tendencia se mantendrá al alza. La previsión de mercado de futuros que manejan las empresas carboneras es que, a mediados del próximo año, el precio internacional del carbón ronde los 160 dólares por tonelada, lo que supondría el doble del coste actual del mineral español. El sector extractivo nacional consideran que este escenario puede llevar a las eléctricas, «en dos o tres meses», a retirar los recursos que paralizan el decreto de incentivos y demandar mineral autóctono en sus térmicas.

No obstante, ese giro del mercado podría llegar demasiado tarde, según alerta el sector carbonero, que se encuentra en una situación crítica, con serios problemas de liquidez, 3.000 trabajadores afectados por expedientes de regulación y la exigencia de Bruselas de empezar a preparar planes de cierre si quieren acogerse a ayudas hasta 2018. Las empresas carboneras aseguran, sin embargo, que el nuevo reglamento no será necesario si el real decreto de incentivos no se desbloquea de forma inmediata, ya que muchas explotaciones quedaría abocadas al cierre. «Tendríamos que estar vendiendo carbón en enero. No se puede esperar más», apostillan las compañías carboneras, para quienes el pago a cuenta realizado por las eléctricas sobre futuras ventas apenas ha supuesto una pequeña inyección de liquidez.

Por otro lado, el SOMA-FIA-UGT ha revalidado la mayoría absoluta en las elecciones sindicales de la térmica del Lada, del grupo Iberdrola, tras obtener cinco de los nueve delegados. CC OO logró dos, el colectivo de Cuadros uno y el Sindicato Independiente de la Energía (SIE) otro más. Los responsables del SOMA-FIA-UGT mostraron su satisfacción por «la confianza depositada por los trabajadores en la organización para dar respuesta a los retos de futuro».