Mieres del Camino, J. VIVAS

Mieres del Camino, J. V.

El secretario general del SOMA- FIA-UGT, José Ángel Fernández Villa, destacó ayer la necesidad de «cambiar el modelo de gestión de las ayudas empresariales en base a la experiencia adquirida estos años» y evitar así fracasos como los de Diasa, Venturo XXI o Autotex, que recibieron cuantiosos fondos mineros y «que ponen en entredicho» los planes de reactivación.

Fernández Villa realizó esa demanda durante la lectura del informe de gestión del quinto congreso regional del SOMA-FIA-UGT, que se celebra hasta hoy en el campus de Mieres. El informe fue aprobado por unanimidad de los delegados del sindicato. Sobre el cambio en las subvenciones empresariales, el sindicalista remarcó la necesidad de «poner freno a la concesión indiscriminada de ayudas, aplicando mayores controles y rigor» y apostando sobre todo por proyectos «vinculados al territorio». Destacó la existencia de «un volumen de recursos disponibles de 222 millones de euros, complementados con los microcréditos» y solicitó una reducción de los trámites burocráticos «que ahora ralentizan su puesta en marcha». También reclamó que desaparezcan «las trabas» para acelerar los proyectos de infraestructuras de los fondos mineros.

El máximo responsable del SOMA abordó asimismo la paralización del real decreto de ayudas al carbón auspiciado por las empresas eléctricas, una situación que, de mantenerse en el tiempo, podría provocar «efectos de arrastre negativos en todo el sector termoelétrico» y generar según Villa la posible pérdida de «miles de empleos». En este aspecto, el sindicalista elogió a HC o E.ON, «que han presentado recursos frente a la decisión de paralizar el decreto, que ponen de manifiesto que el problema energético no es el carbón, sino una errónea planificación energética, en especial en lo referente a los ciclos combinados de gas».

Tampoco dejó de lado el responsable del SOMA la decisión de la UE de alargar las ayudas al carbón hasta 2018 con carácter finalista remarcando el «rechazo del sindicato» a esta medida. Y es que, según Fernández Villa, la minería «ya ha hecho muchos sacrificios» y apuntó que en medio siglo la producción del sector en la región se ha reducido en más de cinco millones de toneladas con una pérdida de empleo de 53.660 trabajadores. Por ello, lo que toca ahora «es seguir luchando por la supervivencia de este recurso, porque llevamos muchos años en el marco de un proceso de reconversión que hay que llevar a buen puerto». El sindicalista reseñó que «la UE debe comprometerse, tal y como hizo anteriormente en otros países que pasaron por las mismas circunstancias» y exigió el establecimiento de «unos recursos económicos complementarios a los pactados en los planes del carbón en los últimos años».

Otro de los argumentos utilizados ayer para la defensa del sector fue la apuesta por «una reserva estratégica que garantice un volumen de producción y empleo similar al actual, como necesario complemento al desarrollo de las energías renovables». En este contexto, Fernández Villa comparó las «enormes subvenciones» que reciben las energías verdes -unos 7.000 millones de euros- «trece veces más que las que ha recibido el demonizado carbón». Y aludió también la sector nuclear, sobre todo tras la finalización el próximo día 31 del acuerdo con Francia para el almacenamiento de residuos nucleares, «que abocará a nuestro país a abonarles 20 millones al mes por seguir recogiendo estos residuos, pagándole lo que cuesta aproximadamente el 70% del carbón nacional».

En el discurso de el máximo responsable del SOMA tampoco faltó la alusión al plan de empresa del grupo Hunosa, destacando la necesidad de prorrogarlo hasta 2012 «en todos sus parámetros». Aquí Fernández Villa rechazó una posible renegociación teniendo en cuenta las modificaciones del nuevo reglamento y destacó que el contenido debe desarrollarse «tal y como fue pactado, incluyendo plantilla, producción, recolocaciones y reactivación».

El futuro del carbón pasa por las técnicas de captura y almacenamiento de CO2 y los procesos de combustión limpia del carbón. Al menos así lo remarcó ayer el secretario del SOMA, José Ángel Fernández Villa, quien señaló que el Gobierno «debe comprometerse con la central de CO2 de La Pereda, un compromiso político y económico en el desarrollo de un proyecto de mayor potencia a escala comercial de 20 megavatios».

El sindicalista se refirió a las nuevas plantas de CO2 y combustión limpia que va a respaldar con ayudas próximamente la UE y demandó al Ejecutivo central «que demuestre voluntad política para acceder a una de ellas».

En otro orden de asuntos, Fernández Villa hizo balance de la presencia del sindicato en la región, «que representa al 39% de los trabajadores que desarrollan su actividad dentro del sector industrial asturiano». Aquí , el sindicalista recordó que no sólo se encuentra la minería, sino los sectores energético, químico y el textil-piel. Dentro de este último, recordó que «se da un fenómeno que también ocurre con el carbón y que deja al descubierto uno de los rostros más cínicos e hipócritas de nuestra sociedad, porque no nos importa ver sangre y sudor sobre esos productos con tal de que sean baratos y den rendimiento económico».

Por último, Fernández Villa también se refirió al campus de Mieres, pagado con fondos mineros y donde se celebra el congreso, y apuntó que «requiere de un impulso en su oferta académica y en sus programas de investigación», así como su futura conexión con Valnalón.