Mieres del Camino,

Julio VIVAS

El Centro Europeo de Soft Computing, con sede en el campus universitario de Barredo, patentará su sistema de identificación forense por superposición craneofacial, una técnica que permite identificar cadáveres a través de fotografías. La iniciativa ha recibido una ayuda del Principado dentro de la convocatoria de subvenciones para transferencia de tecnología.

El responsable del proyecto es Sergio Damas, investigador asociado de la Unidad de Aplicaciones de Lógica Fuzzy y Algoritmos Evolutivos, que lleva cinco años trabajando en la iniciativa aunque alternandola con otras actividades. Damas explica que la superposición craneofacial «se viene aplicando desde el siglo XIX para identificar los restos de una persona que había desaparecido después de mucho tiempo, y hoy en día se sigue utilizando». El problema en este caso, es que se utiliza como prueba de exclusión, por lo que en el centro Soft Computing «queríamos establecer la validez de la técnica para la identificación y hacer un estudio más pormenorizado».

Para desarrollar este trabajo, la entidad ha colaborado con el Laboratorio de Antropología Física de la Universidad de Granada, uno de los más avanzados en esta técnica. «Ellos dieron un paso más en el sistema, ya que los forenses cogían el cráneo físico y la fotografía de la víctima. Intentaban colocar el cráneo en la misma pose que la imagen, tomaban fotos y después las superponían con la original para que se produjera un emparejamiento perfecto entre ambas», apunta. En el caso del laboratorio granadino, éste cuenta con un escáner tridimensional que permite hacer una copia en 3D del cráneo «con lo que ahorran en tiempo y recursos».

Sin embargo, y ahí es donde entra el centro Soft Computing, el sistema de identificación seguía siendo lento, «se tardaban unas 24 horas en algunos casos», señala Damas. Con la aplicación de técnicas de Soft Computing para automatizar el proceso, «hemos conseguido reducir el tiempo a cuatro minutos». El centro ha llevado a la práctica su técnica en colaboración con el cuerpo de la Guardia Civil en un caso real, «cuyos resultados fueron excelentes». De hecho, los avances en calidad y tiempo han permitido al Centro de Soft Computing de Mieres patentar el sistema para que se pueda comercializar. «De hecho, tenemos conocimiento de que diferentes empresas que se dedican a vender software para las fuerzas de seguridad han mostrado interés por nuestro trabajo».

A raíz de la colaboración con la Guardia Civil, el centro de Soft Computing propuso el pasado mes de diciembre continuar con el proyecto a nivel europeo, en el que pretenden coordinarse con diferentes laboratorios forenses del continente, así como con otros cuerpos de seguridad, como las policías de Portugal, Israel y Turquía.

Junto a este sistema, la entidad también patentará otro proyecto, en este caso de índole sanitaria y referido a la medida objetiva de los arcos de movilidad del hombro. En este caso, la iniciativa también cuenta con ayudas del Principado. Su responsable es Gracián Triviño, investigador principal de la unidad de Computación Cognitiva. En este caso, se ha creado un dispositivo que, a través de acelerómetros, permite conocer el grado de movilidad del hombro. El proyecto se ha desarrollado con la colaboración del doctor Fernández Arroyo, del hospital Severo Ochoa de la Comunidad de Madrid.