Ladines (Sobrescobio),

C. M. BASTEIRO

El hallazgo de «Lara» ha sido un duro revés para la buena marcha de la conservación del oso pardo en Asturias, que está registrando datos demográficos históricos. El balance de 2010, avanzado ayer por la Consejería de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio e Infraestructuras del Principado, indica que están censadas en la región 26 osas con 52 crías, lo que supone el mejor resultado de los últimos veinte años.

Este crecimiento de la población ha quedado ratificado a principios de este mes, con el avistamiento de una osa hembra y su cría, en Proaza. Ha tenido que transcurrir más de una década para que un ejemplar se hiciera ver en una fecha tan temprana por los montes asturianos. Según Medio Ambiente, «la salida con las crías siempre se había producido más tarde, al menos en el transcurso de los últimos doce años».

La Viceconsejera de Medio Ambiente, Belén Fernández, explicó ayer, en el centro de recuperación de la fauna del Parque de Redes, en Sobrescobio, que el avistamiento «es un gran indicio para lo que pueda suceder en el año 2011». Además, añadió que el Principado «espera seguir en esta senda de buenas noticias para que más pronto que tarde, esa losa que aún pesa sobre especie, en peligro de extinción, empiece a formar parte de la historia». De esta forma, «el oso seguiría siendo una especie emblemática, sin lugar a dudas, pero con una población viable en nuestra Cordillera». La Viceconsejera hizo hincapié en el trabajo del Principado y, especialmente, de la Patrulla Oso y las fundaciones que trabajan por la conservación.