Ladines (Sobrescobio),

C. M. BASTEIRO

La osezna «Lara», hallada herida de gravedad hace diez días cerca de la localidad de Larón, en los montes de Cangas del Narcea, continúa grave, pero evoluciona mejor de lo previsto. Los expertos prefieren mostrarse «prudentes» sobre su futuro, y no tomarán una decisión sobre su reintroducción al hábitat, al menos, «hasta dentro de dos meses». Mientras llega ese momento, el esbardo permanecerá en el centro de recuperación de la fauna del parque de Redes, en las proximidades de la localidad de Ladines. El veterinario jefe del Parque de la Naturaleza de Cabárceno, Santiago Borragán, acudió ayer al centro para reubicar a «Lara» en un recinto mayor del que se le asignó a su llegada. En un principio, estaba previsto sedar al animal y hacerle un reconocimiento pero, tras evaluar su evolución, los cuidadores decidieron posponer la revisión.

«Nos está mostrando que está bien. Está comiendo y defeca y orina con normalidad», señaló Borragán. Por eso, decidieron posponer la sedación «teniendo en cuenta la cantidad de medicación que lleva encima para mantenerla tranquila y evitar que se automutile», añadió. El reconocimiento del esbardo se retrasará «un poco» y permitirá que «Lara» gane algo de peso. El jefe de servicio de caza del Principado de Asturias, Jaime Marcos, también está muy pendiente de la evolución de la osezna y aseguró que, a simple vista, ha ganado dos kilos después de una semana en Ladines, así que el esbardo ronda ahora los 28 kilos.

La viceconsejera de Medio Ambiente, Belén Fernández, verificó la evolución de «Lara». Fernández señaló que, aunque la osezna ese recupera mejor de lo previsto, aún se mantiene «la incertidumbre sobre cómo va a ser el resultado final de su cura y de cómo va a ser la evolución definitiva de las grandes heridas. Sabemos que tenemos ante nosotros semanas de incertidumbre y trabajo». Los expertos esperan que las heridas del esbardo cicatricen por sí mismas sin necesidad de someter al animal a una intervención quirúrgica.

Los cuidadores siguen manteniendo la «sospecha» de que un oso mayor y macho mordió a «Lara» en los montes de Cangas del Narcea «porque quizás tuvieron algún roce». La Consejera se mostró prudente a la hora de dar un plazo para devolver a «Lara» a su hábitat natural y explicó que «habrá que esperar al menos dos meses para tomar una decisión en este sentido».

La osezna, de unos 15 meses, se encuentra «un poco deprimida y asustada», pero ya ha sido trasladada a un recinto de 70 metros cuadrados que le permitirá «moverse, pelear y jugar cuando empiece a encontrarse mejor». Cuando llegó a Sobrescobio, hace una semana, contaba con una superficie de 20 metros cuadrados «que se adaptaba a las necesidades que tenía entonces». En los próximos días, sus cuidadores comenzarán también a variar su dieta. El esbardo ha estado comiendo frutos secos, verduras, frutas, carne en papilla y hortalizas. Ahora, se añadirá a su alimentación carroña y carne con hueso.

En Ladines también estuvo Andrés Orviz, responsable de un nuevo proyecto de investigación con el título «Elaboración de propuestas para la reordenación del territorio con objeto de evitar molestias humanas a los osos». El estudio lo coordina por Fundación Oso Asturias y Fundación Biodiversidad.