Mieres / Langreo,

Miguel Á. GUTIÉRREZ

El peso del carbón en la generación de energía eléctrica en la región cayó un 14% en el último año y un 34% en el último lustro. Según los datos de los boletines eléctricos que maneja la Fundación Asturiana de la Energía (Faen), la quema de hulla y antracita en las térmicas asturianas supuso el pasado ejercicio la producción de 5.706.715 MWh, un 50,0 % del total generado. En 2009 el porcentaje había sido del 63,9% y, en 2006, del 84,6%. La caída de la demanda energética, con la consiguiente merma de actividad de las térmicas; el ajuste de sector extractivo; la creciente pujanza de las renovables; y el repunte de la hidráulica explican a la tendencia a la baja del carbón en la producción eléctrica.

Las energías verdes se han beneficiado, en una época de contención energética, de cuantiosas ayudas estatales y de una legislación encaminada a aumentar su peso, desplazando a otras fuentes tradicionales. De esta forma la biomasa casi duplicó su presencia en la tarta eléctrica asturiana en el último año (de un 2,5% en 2009 a un 4,5% en 2010), mientras que la eólica aumentó hasta el 5,7% (un 1,2 por ciento más que el ejercicio anterior), para alcanzar los 653.521 MWh.

Sin embargo, el mayor aumento se produjo con la energía hidráulica, que pasó de 1.796.141 MWh en 2009 (un 13,9% del total de la electricidad generada en Asturias) a 2.174.993 MWh sólo un año después (un 19% del global). El boletín sobre la situación del sector eléctrico en Asturias expone que, tanto a nivel estatal como regional, «uno de los acontecimientos más destacables fue la ruptura de la tendencia de años secos que se venía registrando desde 2004». En la mismas línea, el informe expone que «las abundantes lluvias registradas en gran parte de 2010 situaron la producción hidráulica (nacional) en 36-568 GWh, el más elevado desde 1997 y un valor un 30% superior a la media histórica y un 65% superior al de 2009».

El reparto del mix de producción de electricidad en Asturias se completa con las fuentes de cogeneración (gas natural, gas residual, gasóleos y fuelóleos) que supusieron 564.194 MWh en 2010, un 4,9% del total. El año anterior, la cifra había sido de 552.194 MWh, un 4,3%.

A las causas que explican la pérdida de protagonismo del carbón en el último lustro hay que añadir, junto a la pujanza de las renovables y la caída del consumo en las térmicas, la irrupción de las centrales de ciclo combinado. En 2006, tal y como reflejan los boletines de Faen, la energía eléctrica generada en las térmicas que se contabilizaba procedía en su totalidad de las centrales de hulla y antracita. En concreto, la generación con carbón supuso en 2006 un total de 15.478.882 MWh, el 84,6% de los 18.285.797 MWh producidos ese ejercicio.

Asimismo, hace un lustro el 3% de la electricidad producida, 553.708 MWh fue de cogeneración. La presencia de este tipo de fuente apenas ha variado en los últimos cinco años. El 1,1% correspondió a la biomasa, frente al 4,5% actual.

Por su parte, la eólica tenía entonces un peso del 2%, que casi se ha triplicado en la actualidad. Por último, la energía hidráulica representó en 2006 el 13,8% en el mix de generación eléctrica en Asturias, prácticamente idéntico a los datos de 2009.