Mieres del Camino,

David MONTAÑÉS

La planta experimental de un megavatio para la captura de CO2 que Hunosa y Endesa están construyendo en La Pereda ya ha adquirido forma. Las obras, que arrancaron el pasado mes de octubre, ya han entrado en su recta final. Fuentes de la compañía estatal aseguraron a este diario que la planificación marcha «según lo previsto». De hecho, la estructura de la nueva instalación ya está levantada y su presencia ya forma parte del armazón de la central térmica mierense.

Transcurridos ocho meses desde que Hunosa y Endesa dieran luz verde al desarrollo del proyecto, la planta piloto de captura de CO2 será una realidad en cuestión de semanas. Hunosa prevé que la instalación comience a funcionar en septiembre, iniciando una carrera de investigación de cuyo resultado depende en buena medida la viabilidad del sector del carbón. La empresa estatal estima que habría que esperar hasta el primer cuatrimestre del próximo año -cuando se evalúen los resultados- para decidir si finalmente se aborda una segunda fase, con una planta de 20 megavatios.

De momento los promotores del proyecto ya tiene casi terminada la estructura del equipamiento piloto. Los trabajos incluyen la construcción de una planta integrada en la central térmica de La Pereda que estará formada por dos reactores de lecho fluido circulante de 15 metros de altura cada uno e interconectados. En uno de los reactores se descompondrá caliza en óxido de calcio y CO2 altamente concentrado y el primero de esos compuestos será enviado al segundo reactor donde reaccionará con los gases de combustión de la central térmica capturando el CO2 para formar caliza nuevamente y evitar el vertido a la atmósfera. Es la tecnología de captura por ciclos de carbonatación-calcinación desarrollada en los laboratorios del Instituto del Carbón (Incar) en Oviedo y que Hunosa y Endesa quieren validar en la nueva planta experimental de un megavatio de cara a dar el salto a la escala industrial si las pruebas son satisfactorias.

El proyecto está subvencionado dentro del Séptimo Programa Marco Europeo con un presupuesto de 6,8 millones de euros. Además de Hunosa, Endesa y el CSIC, el plan cuenta con la participación de Foster Wheeler, que actúa como socio tecnológico en el desarrollo de la ingeniería de la planta, así como de cuatro centros de investigación europeos y canadienses que aportarán soporte científico.

Esta planta experimental de un megavatio térmico (MWt) se ha diseñado para el tratamiento de hasta 2.600 metros cúbicos por hora de CO2 procedentes de la central térmica que Hunosa tiene en La Pereda. Una vez esté en funcionamiento, tendrá la capacidad de capturar hasta ocho toneladas de CO2 al día, con eficiencias del 90 por ciento.

Principado, sindicatos mineros y los propios impulsores del proyectos coinciden a la hora de señalar que los resultados que se obtengan una vez entre en funcionamiento el equipamiento experimental serán decisivos en las futuras negociaciones que se mantengan dentro del ámbito europeo para mantener abiertas las minas de carbón no rentables, como son las asturianas.

La captura y almacenamiento de CO2 es una tecnología prioritaria para la UE, tal y como se recogen el VII Programa Marco de Investigación, dentro del cual se enmarca el proyecto. No obstante, la actuación aún tiene incógnitas por despejar. A la espera de los resultados, el esfuerzo podría resultar estéril si paralelamente no se define un sistema para el posterior almacenamiento de los gases.