Desde las concejalías de Cultura, Educación y Juventud, ante el comienzo de un nuevo curso escolar, pretendemos dar a conocer nuestro propósito de colaborar con padres, centros educativos, asociaciones de padres y el propio alumnado, a fin de conseguir una buena coordinación de intereses y un rendimiento académico más satisfactorios.

Dada la trascendencia que tiene la educación y la formación de nuestros niños y jóvenes, creemos que la sociedad en general, desde todos los ámbitos, debe apostar por una juventud capacitada para afrontar el futuro de forma activa, creativa y comprometida, conociendo sus derechos y cumpliendo sus deberes.

A la familia le corresponde desempeñar, en su seno, la noble tarea de dotar a los hijos de los principios básicos de educación y los valores esenciales de convivencia. Ese ámbito familiar es el que marcará y propiciará los pilares básicos en el desarrollo de su futuro como personas y como ciudadanos y ciudadanas.

Es a la escuela, al centro de estudios, colegio o instituto, a quienes les corresponde, por legado de los padres, la instrucción académica. Los profesores, en el desempeño de su función docente, también colaboran en el desarrollo de los principios educativos adquiridos y potenciados desde el contexto familiar, pues son imprescindibles en el proceso de aprendizaje.

La práctica de valores democráticos como el respeto, la libertad, la igualdad, la tolerancia, la participación, la responsabilidad y el compromiso personales, es objetivo a desarrollar en un contexto de trabajo colectivo, con la consiguiente proyección en tareas de equipo. Difícilmente se puede trabajar en esta línea si no está dinamizado desde un contexto familiar en el que haya entrenamiento desde edades tempranas. No se adquiere por arte de magia.

De aquí nuestro deseo de «Promover y fomentar un acuerdo social que revalorice el trabajo académico de nuestros niños y jóvenes». Así pues, es deseable alcanzar un compromiso familiar en la educación de los hijos y en la valoración de su trabajo académico, que debería ser prioritario en el abanico de sus actividades. Éstas, son y pueden ser múltiples, pero hay que buscar prioridades. La familia debe ser el trampolín que oriente, dialogue y colabore con los hijos en la organización del tiempo libre. El estudio, además de compromiso, también necesita tiempos y espacios adecuados.

Dar un dinamismo al valor del estudio en los centros de enseñanza, estimulando la curiosidad, desarrollando la creatividad y el espíritu crítico, es tarea necesaria en el equipo docente; pero será menos ardua si nuestros jóvenes descubren que el esfuerzo y la constancia son esenciales para conseguir un fin; en este caso se trata de su propia formación.

Desde la Concejalía de Educación y Cultura hemos comenzamos a contactar con Equipos Directivos y Asociaciones de Padres para conocernos y presentar al tiempo nuestros proyectos de trabajar coordinadamente por el bien de nuestra comunidad educativa. Es inversión de futuro y no podemos dejar el tiempo pasar.

Para comenzar con nuestras propuestas de consenso, programaremos charlas y mesas redondas, en un principio, dirigidas a padres como parte más interesada en buscar y obtener la orientación adecuada como progenitores. Contaremos con el apoyo y la colaboración de profesorado universitario especializado. Darán comienzo en Octubre.

La celebración de una «Semana Cultural» a fin de curso Escolar, recogerá la «I Gala de la educación» en la que se premiará el esfuerzo y la constancia de nuestros escolares en el desarrollo de su trabajo académico.

Esperamos, desde nuestras concejalías y como entes participativos en el Plan Integral de Infancia y Adolescencia de nuestro municipio, servir de apoyo a los intereses de nuestros ciudadanos y ciudadanas.