Carta abierta al Ilustrísimo Señor Magistrado del Juzgado de lo Mercantil Nº 2 de Oviedo.

Ilustrísimo Señor Magistrado, en nombre de los empleados de Azimut y, si me lo permiten, también de los trabajadores de Venturo XXI, no puedo dejar de escribirle las siguientes reflexiones a raíz de su sentencia 00120/2011.

Con esta sentencia suya, 6 empleados de Azimut han tenido que ser despedidos. Los motivos, como Ud. bien conoce por su cargo público, por su experiencia en concursos de acreedores y sus conferencias sobre estas materias, son debidos a una deuda reconocida por la concursal de 163.000 euros, que más gastos de abogados, de devoluciones de pagares, de intereses de los bancos y un largo etc. se nos ha ido a mas de 210.000 euros, y una empresa como Azimut, que es familiar, financiada con el patrimonio mío personal que está más que hipotecado debido a la situación actual que Ud. también bien conoce por que hizo mención a ello en la vista celebrada el pasado 15 de septiembre, han provocado esta situación de despido del personal.

Sr. Magistrado, como las impugnaciones en estos casos raramente prosperan y me supone gastos de costas elevados, para mis propios abogados y procuradores, me tengo que resignar a quedarme con «su» sentencia, tragarme las lágrimas que he derramado por impotencia a sabiendas que tanto los trabajadores afectados como yo tenemos la razón de nuestra parte, pero la razón en este caso no es suficiente, solo lo es su sentencia, que no reconoce que cuando a mi empresa la encargaron los trabajos los Administradores de Venturo XXI, ellos conocían sobradamente que no iban a poder pagarlos.

No tengo más que reiterarle las gracias. Atentamente, me despido de vuestra Ilustrísima.