Langreo, J. A.VEGA

Una parodia sobre las novelas policiacas y un viaje a las purgas de Stalin en los años 30 pueden ser temas muy alejados y fruto de dos escritores distintos. O ser escritos por una sola persona como Alejandro Martínez Gallo, que presentó en la Casa de Cultura de La Felguera sus dos últimas publicaciones. El acto organizado por la asociación Cauce en colaboración con el Club LA NUEVA ESPAÑA en las Cuencas fue presentado por Gaspar Hacha, Carlos Fernández y José Parejo que destacaron que la escritura de Gallo está «llena de razones y emociones» y describieron al que fuera jefe de la Policía Local de Langreo como «uno de los nuestros» en alusión a la película de Martin Scorsese.

Gallo comenzó hablando sobre el libro «Seis meses con el comisario Gorgonio», que recopila los relatos aparecidos en prensa sobre un policía que provoca la simpatía y la hilaridad allá por donde va. Dijo que hay que tomárselo en broma porque así nació el proyecto. «Es irónico y una parodia de las novelas que no son ni reales ni sociales». El motivo por el que comenzó a escribir con una continuidad semanal fue el hartazgo «al ver la frivolidad con la que se escriben películas y series de televisión. En ellas se cometen falsedades como hacer creer que los delincuentes son el eslabón perdido entre el homo sapiens y el mono o que las pruebas encontradas en el lugar del crimen son las que solucionan los enigmas». Con el tiempo ha incorporado personajes como el jefe de la científica, el que reparte leña, la inspectora de perfiles y su hijo de treinta años que no quiere trabajar.

La otra novela presentada fue «Asesinato en el Kremlin», premio Francisco García Pavón de Narrativa Policiaca y publicada hace menos de un mes. La novela, clara y sencilla, trata un tema importante y actual como es el poder aunque esté ambientada en la Rusia de Stalin. El detonante de la historia es el asesinato en el año 1934 de Serguéi Kirov, destacado dirigente del Partido Comunista de la Unión Soviética. El primer y último capítulo son reales, pero el resto está ficcionado y el peso cae sobre el personaje Igor Litonev, joven comandante de la Milicia de Leningrado que emprende una investigación para esclarecer un crimen teñido de sombras. Es un hombre entregado a la revolución pero no ve las sirenas de alarma de que las cosas no son como las están contando. Litonev se encuentra con obstrucciones, asesinatos, ocultación y falsificación de pruebas y conspiraciones. Algo que para el autor tiene plena actualidad porque «el poder todos los días nos fabrican la verdad» como en el caso de las armas de destrucción masiva que sirvieron como excusa para la invasión de Irak.

Martínez Gallo confesó que sus fantasmas literarios son la reconstrucción de la historia y la rigurosidad al escribirla porque siempre le interesa la verdad. En el caso de «Asesinato en el Kremlin» se trata de confirmar que tras la expulsión de Trotski no todos pensaban igual en la URSS. Se viven momentos de confusión y conflicto en el poder ejecutivo y la chispa salta con la sustitución de las milicias de trabajadores y campesinos que se nutrían de voluntarios por el NKVD, comisariado del pueblo para asuntos internos que marcó el inicio de la era más dura del estalinismo. Gallo comentó que el triunfo de Stalin se produce por la fuerza no por la razón.

La obra se editará en Francia y Holanda tras el éxito de su primera edición en España, que está a punto de agotarse, y el autor comentó que ya le ha propuesto que escriba una segunda parte.