El Entrego, E. PELÁEZ

Chus Pedro hizo ayer en El Entrego, su casa, la primera escala en el viaje por la música que ha marcado su trayectoria vital. El teatro municipal de la localidad que le vio nacer en 1955 fue el lugar elegido por el vocalista de «Nuberu» para iniciar una gira de conciertos, patrocinada por LA NUEVA ESPAÑA, que lo llevará en las próximas semanas a Piedras Blancas, Gijón, Mieres y Oviedo. Acompañado en el escenario por Gabino Antuña, al piano, y por Nacho Alonso, con el violonchelo y los teclados, el cantante entreguín echó la vista atrás, al 26 de mayo de hace 56 años, cuando vino al mundo.

Entonces comenzó a sonar la banda sonora de la vida de Chus Pedro Suárez, la que se condensa en el espectáculo estrenado ayer, que lleva por título «¿Cómo era aquella que decía...?». Con 3 años se ganaba, aseguró ante el público, «su primer sueldo, una peseta», que fue la que le ofreció un vecino si cantaba una canción. Chus Pedro iba acompañado de su padre, Gerardo, por El Entrego y se atrevió con «Tengo de cortar un roble», tema que escuchaba a su padre cuando se afeitaba.

Su primera actuación ante el público no llegaría hasta los 8 años, cuando subió al escenario en el cine Colón, recordó Chus Pedro, que entonó a continuación «Cuando la aurora», canción del repertorio de tunas que aprendió con su hermana Nenita. Le gustaba la música y a los 11 años repitió en otro festival con un amigo con «Si yo tuviera una escoba», tema que interpretó ante sus vecinos de El Entrego, que disfrutaron con el repaso de algunas de las canciones que van unidas a muchos de los recuerdos de Chus Pedro desde que tenía 3 años y hasta los 56 años ya cumplidos. Entre ellas se detuvo en «Angelitos Negros» de Antonio Machín, al que, según confesó, lo veía en la televisión «y me encantaba como cantaba». Le siguió un tema de Julio Iglesias («La vida sigue igual»), al que escuchaba gracias a que su hermana Nenita llegó un día a casa con un disco de él y otro de Raphael (El Tamborilero).

Después Chus Pedro entraría a formar parte del Coro Santiaguín. «Compartí escenario con gente mucho mayor que yo y enseñáronme muchas cosas. Tenía devoción por aquellos cantantes que tenían magia», dijo el intérprete antes de entonar «Ente la Pola y el Pino». Luego llegó la hora de «Riscar mineru», la canción que nació de un texto del poeta Manuel Asur en los setenta, cuando formaba parte del colectivo cultural «Camaretá».

Entró entonces Chus Pedro en su extensa etapa de treinta años con Manolo Peñayos en «Nuberu», con canciones como «La mula torda», «So vaqueiru» o «Dame tira». No faltaron tampoco el «Pozu María Luisa» y «El chalaneru». El intérprete entreguín concluyó con los temas de su trayectoria en solitario, con dos trabajos discográficos, entre ellos los dedicados a su madre, «Delina», a su hermana, «Nenita», y a su hija, «Bárbara». Chus Pedro volverá a subirse al escenario el 4 de febrero en Piedras Blancas.