Pola de Lena,

C. M. BASTEIRO

El «Conciertazo» de la Orquesta de Camará de Siero, animado por el popular periodista Fernando Argenta, llenó el teatro Vital Aza de Pola de Lena y el auditorio «Teodoro Cuesta» de Mieres y puso en pie a niños y mayores al ritmo de la música clásica.

Los primeros en disfrutar des espectáculo fueron los lenenses, con una actuación que empezó a mediodía. La orquesta de Siero estuvo dirigida por Manuel Paz, pero el que llevó la voz cantante con el público fue Argenta, que hizo posible otra vez que la música clásica sea divertida para toda la familia. El presentador, que alcanzó la fama con el programa de radio «Clásico populares», abrió el espectáculo afinando con el público. Después de recibir con un prolongado aplauso a Manuel Paz, la orquesta rompió el hielo con una obra de Bizet y continuó con «Jockey-Polka», de Strauss.

Fue después de esas dos piezas cuando Argenta pidió los primeros voluntarios del público. Pablo, un niño lenense, arrastró a su padre, Lorenzo. Se fueron detrás del escenario y aparecieron al rato caracterizados como Guillermo Tell y su hijo y representaron una simpática escena en la que Pablo, como arquero, puso a prueba su puntería.

El repertorio siguió con otra polca de Strauss, «Truenos y relámpagos», en la que el público también participó con una serie de onomatopeyas que dirigió Argenta. A continuación, un grupo de pequeños que también habían sido seleccionados entre el público salió al escenario para enseñar a los mayores los pasos básicos del minueto, apoyados por la interpretación de una pieza de Johann Sebastian Bach. Pero no todos los clásicos se bailan en pareja. Casi al final del «Conciertazo» llegó el momento del mambo. El espectáculo también echó mano del público y un grupo de niños se convirtieron en expertos bailarines que, con flores en los trajes y maracas en las manos, lograron poner en pie al auditorio.

No hubo tiempo para sentarse antes de que llegaran las piezas de despedida. Para los amantes del can-can, el teatro Vital Aza se convirtió en un salón del Oeste. La Orquesta de Cámara de Siero logró mantener el ánimo hasta el último momento con la conocida obra de Jacques Offenbach «Orfeo en el Infierno». También en este caso, un grupo de bailarinas, seleccionadas entre el público, dio lo mejor de si con vistosos disfraces de color rojo.En el teatro Vital Aza no quedó ni una butaca libre, por lo que se completó el aforo de 386 personas.

En Mieres, a última hora de la tarde, ya se habían vendido también casi todas las entradas. La actuación en el auditorio «Teodoro Cuesta» comenzó a las ocho de la tarde, cuando los músicos y Fernando Argenta ya habían tenido tiempo de descansar tras el éxito del mediodía.

Los vecinos de la comarca que acudieron al espectáculo se quedaron entusiasmados. Tan solo algunos como Irene García, una lenense de 6 años, se lamentaron de no haber sido seleccionados para subir al escenario.