Fuentes de Invierno (Aller),

C. M. BASTEIRO

Inmediatez, planificación y coordinación. Estas son las tres reglas que siguen los Grupos de Montaña de la Guardia Civil (GREIM) del área norte ante un rescate. Su trabajo, ya de por sí difícil, se complica aún más en invierno, cuando las inclemencias meteorológicas hacen de algunos rescates casi una misión imposible. Para no perder la práctica y seguir mejorando, los grupos de Mieres, Cangas de Onís, Potes, Sabero (León) y Tribes (Orense) realizaron ayer un simulacro en Fuentes de Invierno de rescate de personas atrapadas en un corredor y sepultadas por avalanchas.

Los grupos, que sumaban alrededor de una veintena de efectivos, estuvieron dirigidos por el Subteniente de la Guardia Civil, Jefe del GREIM en Mieres y responsable del área de Cangas de Onís, José Luis Llamazares. Llamazares explicó que este ejercicio «se hace dos veces al año, una en invierno y otra en verano, y sirve para mejorar en casos que ya nos hemos encontrado o para saber actuar ante un nuevo accidente».

El primer caso se presentó a media mañana cuando un esquiador, como parte del simulacro, quedó atrapado en un corredor. A través de un sistema de cuerdas y material de escalada, los agentes lograron llegar hasta el lugar donde se encontraba. El simulacro continuó con la evacuación del herido. Después de una primera evaluación, los agentes proceden a inmovilizarlo por completo en la camilla y, para trasladarlo, es arrastrado por la nieve con un sistema de cuerdas.

Con el primer herido a salvo, la práctica de la GREIM continuó con la búsqueda de un usuario de la estación que quedó sepultado en la zona intermedia de la estación. La rapidez, en este caso, es primordial. Después de 20 minutos bajo la nieve, una persona tan solo tiene el 35 por ciento de posibilidades de seguir con vida.

Ante la delicada situación, los guardias buscaron al accidentado por tres medios. Mediante los Aparatos de Rescate de Víctimas de Avalanchas (Arva), con ayuda de la unidad canina y con un sondeo de los agentes. Finalmente, fue Fax, un perro de la unidad, el que logró hallar al montañero.

Los agentes lo liberaron con palas y, ya en la superficie, lo inmovilizaron en una camilla. Para acceder a la zona intermedia de Fuentes de Invierno, los agentes movilizaron al helicóptero de la Guardia Civil de León, al prever que su llegada sería más rápida y con un acceso menos complicado.

El helicóptero de León trabaja en colaboración con el de Asturias, según la localización del accidente. A pesar de que los agentes del GREIM siguen mejorando, y tienen un alto índice de rescates que terminan con final feliz, siguen recomendando «prudencia» y «conocimientos apropiados» a la hora de dirigirse a la montaña.