Mieres / Langreo,

David MONTAÑÉS

Hunosa ya ha puesto en marcha la hoja de ruta para cerrar el pozo Candín el próximo año. La mina langreana, como ya adelantó LA NUEVA ESPAÑA a principios del enero, será la primera de las siete explotaciones que Hunosa aún tiene en funcionamiento que eche el cerrojo. Las exigencias de la Unión Europea para la minería asturiana ya han comenzado a materializarse, al menos en los despachos. De hecho, Hunosa ya trabaja con un cuadernillo de instrucciones que establece con claridad los pasos a seguir para cortar los cables de la jaula del pozo Candín.

En el Candín trabajan en estos momentos un total de 113 mineros. Según los planes de Hunosa a finales de año no habrá más de 83 efectivos. Para alcanzar ese objetivo la compañía ya ha diseñado un plan concreto y que se vertebra en varios pasos. La primera medida es poner freno a las nuevas contrataciones. La empresa estatal se encuentra actualmente inmersa en el proceso de incorporación de los llamados excedentes, un compromiso sellado en los nuevo plan de empresa y que conlleva 264 altas (245 de subcontratas y 19 de Carbones de Linares). Un total de 150 de estos trabajadores ya han pasado los preceptivos exámenes médicos y su ingreso en Hunosa se está realizando escalonadamente en grupos de 20 cada quince días. Pues bien, Candín se ha quedado fuera del reparto de este paquete de incorporaciones.

Además, Hunosa prevé suspender a finales de marzo la presencia en el pozo langreano de las dos subcontratas que actualmente operan en la explotación con 30 trabajadores. De esta forma, tanto Carbomec como CMA dejarán las instalaciones. A finales de año la plantilla propia del pozo quedará recortada hasta los 83 efectivos. El siguiente paso previo al cierre definitivo de la mina será comenzar a recolocar a estos trabajadores en el resto de pozos de la empresa. De esta forma, a principios de 2013 quedarán en las instalaciones un equipo de no más de 20 personas que se encargará de labores de mantenimiento.

El desmantelamiento de la actividad en el pozo Candín no está únicamente fijado a nivel personal, también está calculado el proceso de ajuste en la producción. Actualmente el pozo arroja un balance de 400 toneladas diarias. El objetivo de Hunosa es situarse en las cien toneladas por jornada antes de la conclusión del próximo verano.

La nueva dirección de Hunosa, que será nombrada por el PP en muy pocos días y que muy probablemente tendrá a la allerana María Teresa Mallada como máxima responsable, aterrizará en la empresa pública con el plan de cierre del pozo Candín ya estructurado y sobre la mesa. De momento, el ministro de Industria, José Manuel Soria se ha limitado a afirmar en el Congreso que el Gobierno pretende «evitar a toda costa el cierre de las centrales térmicas que utilizan carbón autóctono y de las minas que lo suministran» y ha destacado que el mineral «es uno de los recursos de los que disponemos y no podemos prescindir de él». Esta declaración de intenciones, no obstante, choca frontalmente con los planes de la Unión Europea, que en este punto no dejan espacio a las interpretaciones, reclamando el cierre de las minas deficitarias, todas las de Hunosa, en el horizonte de 2018.

Si se cumplen los planes de la Unión Europea para la minería, Hunosa deberá cerrar todas sus explotaciones mineras en poco más de un lustro. El ya palpable plan de cierre del pozo Candín marca el inicio de la cuenta atrás de un calendario con cuatro estaciones para la clausura escalonada en los próximos seis años siguiendo un orden de rendimiento y características de yacimientos. Así, los siete pozos aún activos tienen fecha marcada de caducidad. Salvo imprevistos, la vida de Candín ya se cuenta en meses. La instalación cerrará en aproximadamente un año. Le seguirán dos míticas explotaciones de la comarca del Nalón: Sotón, en San Martín del Rey Aurelio, y María Luisa, en Langreo, que echarán el cierre en el segundo trimestre de 2014. En la tercera fase del plan, les tocará el turno a Nicolasa, en Mieres, y Montsacro, en Morcín-Riosa, ambos en la comarca del Caudal, durante el segundo trimestre de 2016. Por último, pondrán el cerrojo las dos «joyas» de Hunosa por su elevada mecanización y buenos rendimientos, los pozos Carrio, en Laviana, y Santiago, en Aller, a finales de 2018 o principios del año 2019.