En un tiempo donde la crisis se ha convertido en protagonista omnipresente, las buenas noticias son algo más que un hecho singular con efectos balsámicos, y con una muy buena noticia hemos conseguido finalizar el larguísimo, por bisiesto, mes de febrero.

El nombramiento de Tere Mallada como presidenta de Hunosa, no sólo supone una alegría personal para los que la conocemos desde el inicio de su andadura política, tiene otras lecturas mucho más interesantes. Es la confirmación de que un partido político que base su proyecto en la seriedad, la valía, el trabajo y el esfuerzo, siempre irá mucho más allá en el reconocimiento de los derechos y en la eficacia de su gestión, que aquellos otros que lo fían todo al marketing publicitario y artificioso de las cuotas, sean estas del tipo que sean (edad, sexo, tendencia ideológica o localización geográfica).

Tere Mallada es joven y mujer, cierto, de hecho será la primera mujer y la persona más joven en ocupar la presidencia de Hunosa desde su constitución en 1967. Pero esas dos circunstancias, que como singulares son noticiables, no deben hacernos olvidar el conjunto, lo sustancial, lo realmente importante: que, no por casualidad, es una excelente ingeniero de minas (desde hace más de una década viene desempeñando esa profesión en diferentes pozos de Hunosa); que es una persona luchadora, cercana, dialogante y llena de ideas; y que, finalmente, está íntimamente vinculada a la cuenca minera, por sus lugares de nacimiento y residencia. Todo bastante diferente a lo que ha ocurrido con cada uno de los presidentes nombrados por el PSOE, ajenos por completo a la realidad y particularidades de las cuencas y cuyo conocimiento de la minería asturiana del carbón era tan folklórico como de oído. Y vaya si se les notaba.

Los retos que le esperan a nuestra compañera se me antojan apasionantes a la vez que abrumadores, pero conociéndola estoy completamente seguro de que es la persona adecuada para afrontarlos. El mayor de todos ellos será el de definir, con el 2018 a la vuelta de la esquina y los partidos de «izquierdas» y sus acólitos de uñas, cuáles han de ser las actividades futuras de Hunosa y cual su dimensión óptima. En una empresa que los socialistas han dejado con 1.748 trabajadores a 31 de diciembre de 2011, casi 16.000 menos que cuando comenzaron las prejubilaciones en el año 1992, todo parece apuntar a que la diversificación en otras líneas de negocio, la mejora de la productividad y la investigación en nuevas tecnologías que permitan la utilización «limpia» del carbón podrían ser sus líneas maestras. Casos ha habido en Europa donde esto se ha conseguido, la RhurKohle en Alemania siempre es puesta como ejemplo, y a ello deberían haber contribuido los miles de millones de fondos mineros que algunos se han empeñado en despilfarrar en subvenciones que se han esfumado y en obras innecesarias o insostenibles.

En cualquier caso, y como del pasado no se vive pero si se aprende, no me cabe duda de que Tere Mallada, seria, trabajadora y rigurosa como es, tomará buena nota para que desde Hunosa no se vuelvan a cometer los garrafales errores de los últimos años, unos años perdidos que han dejado por el camino a cientos de trabajadores y con ejemplos tan vergonzosos como los de Venturo XXI o Alas Aluminium.

Tu trayectoria de compromiso con las Cuencas y su futuro te avala. Mucho ánimo, que ya sé que tienes, en esta nueva etapa y un abrazo en nombre de todos aquellos que, estando a tu disposición desde los distintos concejos mineros, nos sentimos orgullos de ser tus compañeros.